El mercado de telefonía móvil está comenzando a ralentizar el espectacular crecimiento que le ha caracterizado en los últimos años. Según las previsiones que baraja Motorola, los fabricantes esperan que a lo largo de los dos próximos años, las ventas de teléfonos inalámbricos no sean tan ostentosos como en los pasados ejercicios.
Motorola ha sido el primero de los tres grandes fabricantes -junto a Ericsson y Nokia- que ha hecho públicas sus previsiones para el próximo año.
El suministrador estadounidense señaló que este segmento de mercado moverá entre 525 y 575 millones de dispositivos para el próximo año, cuando antes se barajaban unas estimaciones que antes se situaban entre 600 y 650 millones de unidades.
La consultora Evli Securities mantiene unas previsiones de ventas para el año 2001 de 563 millones de unidades, por encima de los 424 millones del año en curso.
Por el momento, Nokia ha declinado valorar estas estimaciones de Motorola, aunque el pasado mes de julio afirmó que esperaba, para el año 2002, que los usuarios de telefonía móvil superaran los 1.000 millones desde los 570 que existían a mediados del presente año. Sin duda, los crecimientos serán -lo son ya- inevitables, especialmente en el continente europeo, donde la penetración de la telefonía móvil ha alcanzado cuotas que en algunos países, como Suecia o Finlandia, superan el 60 por ciento.
Además, los especialistas apuntan que las ventas de terminales móviles con tecnología WAP no están alcanzando el éxito que se podía prever en principio y la confianza está puesta en la llegada de GPRS, cuyos terminales deberían salir al mercado para finales del presente año, aunque las previsiones indican que su lanzamiento podría sufrir retrasos debido a que, para esa fecha, los fabricantes no pondrán comercializarlos en volumen.
Según los datos de Dataquest del segundo trimestre del presente año, Nokia dispone de una cuota de mercado del 27,5 por ciento del mercado del móvil, mientras que Motorola cuenta con 15,6 por ciento y Ericsson mantiene el 10,3.
