Aunque Banesto, quinta entidad bancaria española con 1.665 oficinas perteneciente al Grupo Santander con presencia en el IBEX 35 y una fuerte implantación en el medio rural, ya había intentado adoptar IP en ocasiones previas, no ha sido hasta ahora cuando sus responsables han visto claras las posibilidades de esta tecnología para la entidad. De acuerdo con José Vicente Doral Muñoz de la Espada, responsable del área de Comunicación de Banesto, en un primer intento hubo tres criterios que aconsejaron desestimar el proyecto: “el primero, económico, materializado en la volatilidad de las tarifas de los operadores; ahorros insignificantes en cableado; tecnología muy cara y elevado coste de los terminales”; el segundo, de cariz técnico, “debido a la falta de definición de los estándares; insuficiencia de caudal y calidad de la red; escasa fiabilidad y el riesgo de confiar voz y datos a una sola red”, y tercero, de corte funcional, “ya que los servicios básicos prestados eran muy limitados y se integraban inadecuadamente con las herramientas de mensajería”.
Pasados unos años, los responsables de la entidad han considerado que ahora sí es el momento de adoptar IP porque concurren elementos como “el despliegue de redes MPLS; la universalización del uso de los móviles; aumento del ancho de banda y de la fiabilidad de las redes WAN (redes de área extensa), apuesta de los fabricantes por SIP Session Initiation Protocol-; expansión de las redes Ethernet; aparición de terminales de gama media/baja; soluciones sin servidores distribuidos y aproximación de coste con la telefonía tradicional”. Así, la empresa ha iniciado, de la mano de NextiraOne, el proyecto de despliegue de esta tecnología, la cual “se espera que a lo largo de 2006 o la primera mitad de 2007 esté totalmente operativa”.
Según Doral, Banesto partía de una solución de red privada virtual gestionada por Telefónica; tecnología de fabricantes como Ericsson, Avaya, Ascom, Siemens; break-out de llamadas a móviles solo para servicios centrales; interconexión QSIG entre ACD´s y RAI´s Ibercom; desvíos y buzón de voz en servicios centrales; centralitas digitales en oficinas de tamaño medio y líneas individuales en oficinas pequeñas.
Una vez decidida la migración hacia IP teniendo como argumentos “el coste, que se reduce de modo importante fundamentalmente en el tráfico a móviles; y el uso de una red corporativa que minimiza el coste de las llamadas internacionales, que es alto y va en progresión”, y tras estudiar a fondo las necesidades que en cuanto a funcionalidades requiere la entidad, se definieron planes de numeración y un modelo técnico para cada entorno y se inició un despliegue en fases, cuya tercera finalizará, si nada falla, el próximo mes de octubre. Doral indica que, “sin contar las tareas de despliegue, mantenimiento y soporte, hay dos personas del departamento de comunicaciones del banco implicados en el desarrollo del proyecto, además de dos profesionales de NetiraOne y otros dos de Telefónica”.
Profundizando en las fases de la migración, Doral comenta “en un primer momento, se ha llegado a los edificios singulares y al tráfico intra-grupo SCH con soluciones como la conversión de llamadas fijo-móvil en móvil-móvil; red privada virtual en área IP a coste cero y trunk IP sobre WAN con los sistemas de telefonía del grupo”. En una segunda fase, “se ha llegado a las delegaciones regionales; contact center y grandes oficinas (alrededor de 70) con soluciones como la conversión de llamadas fijo-móvil en móvil-móvil y red privada virtual en área IP a coste cero”.
En la fase actual, la que debe culminar en octubre, contempla que para cualquier nueva oficina o traslado se incluya IP, y sobre todo se dará el despliegue masivo de IP a todas las oficinas para tener redireccionamiento inteligente de llamadas, descarga operativa, atención a los clientes 24 horas y buzones de voz, y de modo gradual a los servicios centrales (para lograr servicios de movilidad, tratamiento inteligente de llamadas y mensajería unificada). Doral comenta que, en esta tercera fase ahora en piloto, se van barajado distintas soluciones como integrar la telefonía tradicional (RTB y RDSI) con la red IP MPLS, que están conviviendo. Sin embargo, indica que “es más caro reaprovechar que renovar”.
El directivo asegura ahora “tenemos unos 300 usuarios directos y más de 1.000 que se beneficiarán indirectamente del break-out de llamadas a móviles e intra grupo-Santander”. También asegura que la partida de gasto fijo-móvil se reduce aproximadamente a la mitad, mientras que las llamadas intra-grupo se efectuarán a coste cero.
