Con el río Duero como espina dorsal, la zona fronteriza conocida como Raya Duero se extiende a lo largo de alrededor de 120 kilómetros por las provincias de Salamanca y Zamora constituyendo un territorio que, a pesar de estar alejado de los ejes de desarrollo, castigado por la despoblación y el envejecimiento de sus habitantes, acumula mucho potencial para la puesta en marcha de iniciativas tanto de carácter social como empresarial.
Este territorio, que aloja uno de los mayores complejos hidroeléctricos de Europa -Iberdrola cuenta con seis presas en la parte española y tres en la portuguesa-, se caracteriza por la gran dispersión de sus pueblos y una baja densidad de población, contabilizándose en su conjunto alrededor de 31.000 ciudadanos, en no pocos casos en riesgo de exclusión debido al aislamiento y la carencia de servicios, incluyéndose servicios de telecomunicaciones de calidad. a raíz de los estudios que, en el marco de su Informe España, venía realizando con el apoyo de la Obra Social de Caja España sobre la realidad socio-económica de Castilla y León y los cuales ponían de manifiesto que la zona de la Raya del Duero era una de las más desfavorecidas de la Comunidad Autónoma y del conjunto de España. Con este conocimiento y aprovechando su experiencia en el trabajo con las TIC aplicadas a la educación -entre otras acciones, colabora con la Fundación Telefónica en el Centro EducaRed de Formación Avanzada-, la Fundación Encuentro puso en marcha, a mediados de 2005 y en colaboración con la Fundación Iberdrola, el proyecto Raya Duero, que persigue promover el desarrollo sostenible de este territorio a través del fomento del uso de las TIC y la mejora de la formación y capacitación de sus habitantes en el uso de estas herramientas. “La introducción de las TIC y la cultura digital constituía una oportunidad para resucitar la zona y eliminar los riesgos de exclusión”, afirma el presidente de la Fundación Encuentro, José María Martín Patiño, que el pasado marzo fue distinguido con el Premio de los Valores Humanos en la entrega de los galardones Castilla y León 2010.
Red de centros CODEL
El objetivo del proyecto Raya Duero era poner en marcha un programa de desarrollo social a través del uso de las TIC. Así y con ayudas del Plan Avanza desde 2007 a 2009, el apoyo de la Asociación de Municipios para la Cooperación y el Desarrollo Local y la colaboración desinteresada de empresas como HP e IBM, que aportaron los equipos informáticos necesarios, la Fundación Encuentro se volcó en el desarrollo de la red de centros CODEL (Centros de Cooperación para el Desarrollo Local). Los dos primeros centros CODEL empezaron a funcionar en los dos pueblos más grandes de la zona -Vitigudino y Lumbrales- y a finales de 2006 ya existían 12 centros, la cifra creció hasta los 18 en 2007 y en 2009 sumaban 22; dotados todos ellos con una media de 10 ordenadores y diverso equipamiento: impresora, escáner, cámara digital, etc. . No obstante, cuando la Fundación Encuentro dejó de recibir la ayuda de Iberdrola no podría soportar este coste. Y, además, “creímos conveniente que los propios pueblos hicieran un esfuerzo puesto que los centros se consideraban muy importantes”. Se trataba de mantener un recurso clave ya que, como asegura Martín Patiño “con cerca de 4.000 alumnos formados para cada año, los centros CODEL se han consolidado como una referencia y han permitido a estos pueblos no sentirse a la cola de las opciones de progreso”; de modo que los Ayuntamientos buscaron fórmulas diversas -en muchas casos la consecución de una dotación de fomento al empleo- para asegurar la continuidad. En esa misma línea trabaja la Asociación de Municipios para la Cooperación y el Desarrollo Local, cuya contribución ha sido determinante en la constitución de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Duero-Douro, un espacio para el encuentro, la colaboración y el impulso al desarrollo del que forman parte más de 180 municipios de España y Portugal.
Banda ancha, prioridad
Lógicamente, el funcionamiento de los centros CODEL también exigía disponer de servicios de comunicaciones de calidad. Y es que, como subraya el director general de la Fundación Encuentro, Agustín Blanco, “no hay Sociedad de la Información sin banda ancha porque no se puede esperar que los ciudadanos lleguen a Internet por un camino de piedras”. En efecto y a pesar de que por la Raya del Duero discurre la infraestructura de fibra óptica de Iberdrola para conectar las diferentes presas con su central en Bilbao, en ese momento -2005/2006- sólo existía conexión ADSL en dos municipios de la zona, de modo que la única alternativa era utilizar comunicaciones vía satélite, con todos sus inconvenientes. “La conexión a Internet vía satélite, que sufragamos conjuntamente la Fundación y los Ayuntamientos, resultaba muy cara y daba muchos problemas técnicos”. Las carencias en materia de comunicaciones no fueron sin embargo óbice para el desarrollo de una multitud de actividades, incluyendo desde formación en ofimática, Internet o fotografía hasta cursos de estimulación preventiva enfocados a frenar el deterioro cognitivo de las personas mayores, una iniciativa que hace uso del sistema Smartbrain Pro, desarrollado por la empresa Educamigos con el asesoramiento de la Fundación ACE (Instituto Catalán de Neurociencias Aplicadas). “Los centros CODEL, con su oferta de acceso gratuito a Internet, se han convertido en un auténtico servicio básico de los municipios comparable al servicio que ofrecía la central de Correos en los años 30 y han logrado, por medio de programas formativos específicos, acercar el uso de las TIC a las mujeres, las personas mayores, los niños y todas aquellas organizaciones que se han acercado a sus instalaciones”, subraya Martín Patiño, a quien no le cabe ningún duda de que “el valor añadido que aportan las TIC en el medio rural es mucho mayor que el que aportan en el medio urbano”.
Iberbanda y WiMax
La red de Centros CODEL operó en esa situación prácticamente hasta 2009, cuando Iberbanda se adhirió al proyecto. En ese momento, el ADSL ya llegaba a 22 localidades (18.604 habitantes), la tecnología WiMax cubría 27 localidades (7.534 habitaciones) y en dos municipios estaban disponibles ambos servicios; sin embargo todavía existían 32 localidades (5.027 habitantes) sin servicio, y concretamente, en la zona de actuación de la red CODEL cerca de un 40% de la población no tenía acceso a la banda ancha. Hablamos de más de 12.500 habitantes, de los cuáles se ha podido dar servicio con Iberbanda a más de 7.500 en 27 pueblos distintos. “Aunque todavía existen grandes zonas de sombra, el despliegue realizado por Iberbanda dentro del Programa de Banda Ancha Rural de la Junta de Castilla y León ha supuesto una mejora sustancial”, reconoce Blanco.
Dentro del Programa de Banda Ancha Rural de Castilla y León, Iberbanda desplegó entre 2006 y 2007 una red que emplea tecnología WiMax D, la cual “se adapta de manera excelente a entornos de amplia dispersión de la población y permite ofrecer tanto conexión a Internet como servicios de telefonía”, de acuerdo con el delegado de Iberbanda en Castilla y León, Eduardo García. y para las instalaciones de clientes se ha empleado un CPE BreexeMax con capacidad para gestionar conexiones de hasta 4 Mbps en cada sentido de la comunicación. “La tecnología WiMax”, detalla García, “fue empleada como alternativa a la solución xDSL cuando ésta no estaba disponible en la localidad correspondiente, o bien, no alcanzaba las prestaciones necesarias”. El apoyo de Iberbanda al Proyecto Raya Duero va aún más lejos ya que para impulsar la acción formativa de la red CODEL y la decidida participación de los Ayuntamientos -que actualmente soportan el gasto principal-, Iberbanda ofrece a estos últimos el servicio de manera gratuita durante dos años en aquellos telecentros que utilizan tecnología WiMax. Se trata de 15 pueblos que suman 4.500 habitantes. No cabe duda de que los frutos de esta colaboración valen el esfuerzo. “La labor formativa de los telecentros en estas zonas es fundamental”, destaca García, quien reconoce que “la baja demanda existente en las áreas rurales hace poco atractiva la inversión para el despliegue de servicios de telecomunicaciones y, a su vez, la baja calidad de los servicios disponible a menudo dificulta la implantación de empresas y el asentamiento de población”. Existe, por tanto, una clara complementariedad de intereses entre Iberbanda y la red CODEL. “Este círculo vicioso”, subraya García, “no se rompe sólo apostando por el despliegue de infraestructuras, sino estimulando igualmente la demanda ofreciendo, por ejemplo, acciones formativas a los habitantes y empresas de la zona”. Lógicamente, la oferta comercial que Iberbanda ha desplegado en la zona ha ido evolucionando con el propio mercado de banda ancha y “actualmente se ofrece a cualquier cliente residencial un servicio simétrico de 1 Mbps, tanto en baja como en subida a la red, por 29,90 euros al mes”, detalla García, para apostillar que “la respuesta por parte del público en general ha sido excelente y la base de clientes de Iberbanda en Castilla y León se ha ampliado a un ritmo notable en los cinco años de funcionamiento de su red, superando ampliamente los 10.000 clientes que se marcaron inicialmente como objetivo”. De hecho, en el conjunto de la Comunidad Autónoma de Castilla y León había en 2006 un total de 671 accesos activos y en 2010 la cifra ascendía ya a 17.339 accesos. Junto con Zamora, Salamanca es una de las provincias en las que se ha cubierto mayor número de localidades y habitantes con la red WiMax desplegada por Iberbanda. “Ambas provincias”, apunta García, “suman a día de hoy 5.616 clientes activos en más de 824 pueblos”. Desde la Fundación Encuentro se entiende que los centros CODEL han contribuido directamente al incremento de los clientes particulares de Iberbanda. “El hecho de que las visitas de acceso libre bajaran en los centros CODEL en el último año se debe al propio éxito del programa”, argumenta Blanco, quien está convencido de que “si en la conexión desde el centro los ciudadanos descubren que la tecnología funciona y tiene, además, un coste razonable, acaban contratando el servicio”.
A la búsqueda de colaboradores
A pesar de los logros del proyecto Raya Duero, la situación actual de la red CODEL es incierta. “Nosotros podemos ayudarles en un 50%, pero no creemos que sea ni posible ni oportuno resolver la financiación global”, señala el presidente de la Fundación Encuentro, José María Martín Patiño, quien reconoce que “el futuro financiero de los centros es problemático y depende de la habilidad que tenga el Ayuntamiento para conseguir fondos de entidades como la JCyL o el Ministerio de Industria”. No obstante, la Fundación Encuentro continúa trabajando para garantizar la viabilidad de estos centros y sigue buscando apoyos para mantener en marcha la iniciativa. Ya ha conseguido el apoyo de la Obra Social de ‘la Caixa’ y está a la espera de una respuesta, deseablemente positiva, por parte de la entidad en construcción a través de la integración de Unicaja con Caja España-Caja Duero.
