La solución de Alten es una realidad que ya se estuvo probando a lo largo del mes de mayo y hasta diciembre en la localidad de Sitges, donde 500 comercios recibieron terminales móviles para recibir los pagos a través del teléfono. La aportación tecnológica de Alten consiste en diseñar la arquitectura que permite la coexistencia de los servicios ofrecidos al usuario y en el diseño y desarrollo del servicio de pagos. Para ello, es necesario que los terminales estén dotados con la tecnología NFC (Near Field Communication) que les permite conexiones cercanas. Las tarjetas de crédito se descargan en la tarjeta SIM, que es el elemento más seguro de un teléfono móvil.
Sin embargo, el objetivo inicial del proyecto es que esta aplicación no se quede convertida sólo en una tarjeta de crédito, para que pueda ofrecer otros servicios al usuario y sumar a otros proveedores en la misma plataforma, meta que la compañía ya está inmersa. De esta forma, el móvil se convierte en herramienta para realizar otras funciones, como abono de transporte, tarjeta de acceso, cupones descuento o pagos en máquinas de autoservicio.