Las empresas, hoy en día, están cada vez más preocupadas por reducir costes y mejorar la rentabilidad de sus inversiones en Tecnologías de la Información. En esta continua búsqueda de una mayor agilidad, la capacidad de los recursos informáticos para ser gestionados de forma que respondan y reflejen los cambios rápidos en las condiciones del negocio, ha pasado a ser un aspecto prioritario para los departamentos de TI.
Pues bien, para garantizar el éxito en una Empresa Adaptable, la capacidad de la TI para proporcionar servicios está vinculada permanentemente a las exigencias de la actividad empresarial. Lo cierto es que, en el mundo de la empresa, los ciclos de negocio varían y la demanda se va ampliando y contrayendo. Por eso, la infraestructura debe responder y la capacidad para ampliarse y contraerse en respuesta a la demanda de cada momento, sin necesidad de recursos suplementarios, es un principio fundamental de las empresas adaptables.
Un pilar fundamental
En todo caso, la nueva infraestructura ha sido creada específicamente para reducir el coste y la complejidad, al tiempo que aumenta la capacidad de reacción de la TI, y uno de los pilares fundamentales de esta infraestructura es, sin duda, la virtualización.
A este respecto hay que indicar que la virtualización es un enfoque de la TI que crea un grupo común de recursos compartidos, de forma que se optimiza el aprovechamiento de los mismos, y su disponibilidad responde automáticamente a cambios en la demanda.
Las posibles soluciones para habilitar este tipo de infraestructuras deben proporcionar un mayor RoIT mediante la optimización en tiempo real del aprovechamiento de los recursos del servidor, según las prioridades de la actividad empresarial. Asimismo, debe posibilitar una implantación más rápida de los recursos informáticos, mejorar la disponibilidad y reducir considerablemente los costes.
En un entorno virtualizado se debe analizar si el rendimiento de cada servidor o cluster de servidores cumple con unos requisitos predefinidos sobre el nivel de servicio (Service Level Objectives, o SLO), y ajusta los recursos del servidor de forma dinámica, gestionando para ello el grupo común de recursos y/o recurriendo a recursos de otros servidores virtuales que pudieran estar infrautilizados. Una posible clasificación de los SLO por categorías podría ser por: aprovechamiento de los recursos, rendimiento y carga de las aplicaciones.
Si hablamos de aprovechamiento de los recursos, hay que decir que se pueden asignar a una aplicación o grupo de aplicaciones unos porcentajes o proporciones mínima y máxima sobre los ciclos de CPU, así como una prioridad según las necesidades de la actividad empresarial. Este porcentaje o proporción, también denominado “derecho de uso de CPU”, se puede ajustar de forma dinámica y automática, dentro de un margen predefinido, según la prioridad de la aplicación, a partir de la utilización actual de los derechos de uso.
Si nos referimos a la segunda categoría, un indicador directo es el rendimiento de la carga de trabajo, por ejemplo, un tiempo de respuesta inferior a un segundo o un rendimiento de 5.000 transacciones por segundo. Pues bien, un deterioro del rendimiento dará lugar a que se asignen dinámicamente recursos suplementarios para mantener el SLO. En cuanto a la tercera y última categoría, es decir la carga de las aplicaciones, podemos mencionar el indicador de la carga soportada por una aplicación, por ejemplo, el número de usuarios o de procesos, o la longitud de la cola de ejecución. A medida que aumente la carga de trabajo, se reasignarán automáticamente los recursos para atenderla.
En todo caso, mediante la gestión de los SLOs se busca garantizar unos mayores niveles de utilización de los servidores y más agilidad, ya que los recursos del servidor se ajustan, automática e instantáneamente, en respuesta a las prioridades cambiantes de la actividad empresarial y a los niveles de uso de las aplicaciones, lo que asegura una mayor rentabilidad de la TI. Con la introducción del concepto de virtualización, ya no es necesaria la adquisición de servidores específicos para cada aplicación, como ocurría en el pasado, por lo que se reducen los plazos de comercialización y se aumenta la rentabilidad de los proyectos.
Mediante la virtualización se consigue, por ejemplo, que todos los recursos de los distintos servidores que existían antes para cada aplicación, se puedan agrupar en un conjunto dinámico, en el que se evalúa y atiende cada solicitud de recursos de acuerdo con las prioridades de la actividad empresarial, o que los recursos del servidor infrautilizados se puedan reasignar a aplicaciones alternativas sin afectar negativamente a la seguridad ni a la disponibilidad del conjunto. Además, con la virtualización se logra que un pico de transacciones imprevisto provoque que se asignen más recursos al grupo para poder atender las nuevas necesidades, en lugar de tener que rechazar peticiones de servicio, o que la recuperación tras un desastre ya no requiera contar con un conjunto de sistemas de reserva infrautilizados. Sin olvidar que, gracias a la virtualización, las aplicaciones nuevas se pueden implantar con unos SLO definidos, sin tener que adquirir más equipos y sin emprender un nuevo ciclo de aprovisionamiento.
Objetivos de nivel de servicio
Mediante la virtualización se consigue que los recursos del servidor no aparezcan como equipos independientes y especializados con procesadores y memoria, sino como un fondo común de recursos informáticos dinámicos, a disposición de toda su organización. A medida que fluctúan los requisitos de la actividad empresarial, las necesidades de recursos se analizan y conciertan entre los distintos sistemas, mediante tecnologías de aprovisionamiento, asignación y gestión dinámicas, según los objetivos de nivel de servicio (SLO) acordados. Por ello, queda claro que la virtualización se convierte en un elemento crítico para la empresa en hoy en día, que puede incrementar el rendimiento de sus sistemas, reducir los posibles fallos por caídas de los mismos y hacer frente a futuras necesidades de negocio, al tiempo que se logra una considerable reducción de costes TI. Sin duda, la virtualización es un elemento crítico para la empresa de hoy.