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Ventajas de la Ley de IA europea
En la era de la inteligencia artificial (IA), la Unión Europea se ha posicionado como líder en la regulación y gobernanza de esta tecnología. La nueva ley sobre IA de la UE, que recientemente ha entrado en vigor, exige que todas las empresas, sin importar su ubicación, cumplan una serie de requisitos si sus productos o servicios de IA se utilizan dentro del mercado europeo. Esta normativa no solo abarca a los desarrolladores de IA, sino también a los usuarios empresariales y revendedores, estableciendo un marco de cumplimiento exhaustivo y riguroso.
El proceso de adaptación al cumplimiento normativo será complejo, pero también representa una oportunidad para reforzar las prácticas de gobernanza de la IA dentro de las organizaciones
Alicia de Manuel, NTT DATA
Riesgos de la IA
Uno de los aspectos más destacados de la regulación es la distinción entre los diferentes niveles de riesgo que plantean los sistemas de IA. Esta categorización definirá los límites y las posibilidades de la tecnología que desarrollamos en base a las consecuencias que tenga su uso para la sociedad. Sobre las cuatro categorías iniciales (riesgo prohibido, alto, limitado y mínimo) se aplican también ciertos requisitos para los sistemas de propósito general, una categoría que aplicará a los últimos desarrollos de IA generativa.
Requisitos para los proveedores de IA
Por otro lado, se aplicarán una serie de requisitos para proveedores, desarrolladores, distribuidores, importadores dependiendo de la categorización del riesgo y por tanto, tendrán que implementar ciertos mecanismos de supervisión y finalmente, capacitar a sus empleados sobre el uso adecuado y los riesgos asociados a la IA. Esto, sin duda, moldeará el futuro de esta tecnología, asegurando que su avance se realice de manera segura y ética.
Todo esto supondrá que la inversión en gobernanza de la IA sea indispensable, no solo para cumplir con la normativa, sino para gestionar riesgos en áreas clave como la Propiedad Intelectual, la Protección de Datos, la Ciberseguridad y la Defensa de los Consumidores. Además, la puesta en marcha de áreas de Gestión de Cumplimiento Legal de la IA será una práctica esencial en las empresas, que deberá completarse con planes de formación o capacitación que preparen a empleados y directivos para un uso responsable y ético de la IA.
Prácticas de gobernanza de la IA
El proceso de adaptación al cumplimiento normativo será complejo, pero también representa una oportunidad para reforzar las prácticas de gobernanza de la IA dentro de las organizaciones. Verlo como una oportunidad y no sólo como un desafío permitirá a las empresas consolidar estructuras de gobierno más robustas y adaptativas.
En un mercado donde los usuarios son cada vez más conscientes del valor de sus datos, trabajar con modelos de IA seguros y respetuosos con la privacidad se convertirá en una ventaja competitiva. Las empresas que prioricen la protección de los datos y la seguridad de la IA, ganarán la confianza del público y, por ende, una mayor cuota de mercado.
Regular la IA para impulsar la innovación
Esto se debe a que la normativa no solo busca regular, sino fomentar la confianza de la sociedad en el uso de la IA. Ninguna tecnología que no cuente con la confianza de las personas tiene posibilidad de avanzar. Precisamente, uno de los objetivos del nuevo marco legislativo es aportar protección y confianza a los ciudadanos, proporcionando herramientas efectivas para ejercer sus derechos frente a las decisiones tomadas por sistemas de IA. Esto dará herramientas a las personas para poder entender cómo se utilizan sus datos, impugnar decisiones automatizadas y asegurar que sus derechos sean respetados en todo momento.
Por lo tanto, el mayor reto será encontrar un equilibrio entre la seguridad y el uso sin restricciones de la IA. Los sistemas de IA deben ser seguros y confiables, pero también es crucial que no se limiten las capacidades y los beneficios que esta tecnología puede ofrecer. Es por ello que esta regulación planea evolucionar el contexto europeo de la IA para impulsar la innovación y el desarrollo de tecnologías que beneficien a la sociedad en su conjunto.
