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Únicamente el 9% de los puestos de dirección TIC están ocupados por una mujer; sólo el 8% de las chicas jóvenes muestra deseos de estudiar una carrera STEM; sólo uno de cada cuatro matriculados en ingenierías es mujer… las cifras hablan por sí solas. La desigualdad de género sigue siendo real, sobre todo en el sector tecnológico. El modelo masculino predomina y el cambio de paradigma se complica por momentos. De hecho, en el último año parece que ha habido un repunte del machismo en la sociedad española y hay que tomar cartas en el asunto para que no vaya más lejos y se pierda el terreno conseguido en la lucha. Así las cosas, una de las principales bazas con las que cuenta la mujer a la hora de reivindicar su papel en el entorno empresarial está en la imposición de cuotas, una medida que permitirá acelerar el proceso de igualdad y promocionar el talento femenino.
Estas han sido algunas de las ideas manifestadas durante el VII Encuentro de Mujeres Directivas organizado por Computing en colaboración con Avanade, HPE, Iecisa y Neoris. A la cita han acudido ejecutivas tanto de la Administración Pública, como de la empresa privada, y todas ellas han coincidido en señalar la importancia de buscar referentes que animen a las niñas a estudiar carreras tecnológicas y que se consiga vencer esa barrera cultural que atribuye la formación en estudios técnicos a los hombres; y el rol de cuidadora a la mujer. Para triunfar en esta tarea se debe trasladar la parte bonita que tiene la tecnología y trabajar esta concienciación desde la escuela, integrando asignaturas TIC en el currículo académico.
Afortunadamente, las nuevas tendencias tecnológicas como la Inteligencia Artificial abren un mundo de posibilidades enormes para la mujer ya que en estos entornos la inteligencia emocional se perfila como un ingrediente muy importante y decisivo para acabar con los sesgos, introducir el lado humano y encontrar una aplicación práctica de las TIC en el mundo.
