El grupo Telefónica Móviles cerró el año 2002 con unas pérdidas de 3.724 millones de euros debido al saneamiento de activos y a las provisiones efectuadas por la reestructuración del negocio UMTS en Alemania, Austria, Suiza e Italia, por un importe de 5.049,8 millones de euros, realizado al finalizar el primer semestre.
No obstante, la compañía subraya que las pérdidas anuales son inferiores a las registradas en los nueve primeros meses del ejercicio y que si, se excluyese el impacto de las partidas extraordinarias, el beneficio neto hubiera ascendido a 1.405,8 millones de euros, lo que hubiese supuesto un incremento anual del 46,9 por ciento.
Los ingresos por operaciones aumentaron un 8,7 por ciento, hasta los 9.139,8 millones de euros, en tanto que el beneficio antes de impuestos, amortizaciones, depreciaciones e intereses (Ebitda) ascendió a 3.735,8 millones de euros, lo que supone un incremento del 12,1 por ciento, según informa la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
A pesar de estos resultados, el Consejo de Administración ha acordado proponer a la junta de accionistas su primer reparto de dividendos por valor de 0,175 euros por acción, con cargo a reservas de prima de emisión. Este dividendo, que materializa la decisión anunciada en julio de modificar la política de retribución del accionista establecida en el momento de la salida a Bolsa, se hará efectivo a lo largo del mes de junio.
En el año 2002, Telefónica Móviles redujo su deuda financiera neta en más de 2.000 millones de euros; invirtió 919 millones de euros, un 10,1 por ciento de sus ingresos, y el parque de clientes, que gestiona en todo el mundo, se elevó a 41,4 millones, un 38,9 por ciento más que hace un año.