Tras el fracaso el pasado agosto de la propuesta de Deutsche Telecom/KPN y después de varias semanas de negociación, Telefónica ha alcanzado un acuerdo inicial para adquirir, por un montante en efectivo superior a 26.000 millones de euros (17.710 millones de libras), a O2; la segunda operadora de telefonía móvil del Reino Unido por detrás de Vodafone-, conocida como Cellnet hasta su escisión de BT en 2001.
Con esta operación, que está pendiente de las correspondientes aprobaciones de las autoridades reguladoras, así como de la de los accionistas de O2, Telefónica no sólo entraría en el mercado de telefonía móvil de Reino Unido, también ganaría posiciones en el mercado móvil de Alemania. Ambos mercados suman una base de más de 141 millones de clientes de telefonía móvil y cada uno de ellos genera unos ingresos de más de 26.000 millones de euros en este segmento.
De cerrarse el acuerdo de compra de la operadora móvil británica O2 por parte de Telefónica, para lo que la compañía ha concertado un préstamo de 27.200 millones de euros con tres entidades bancarias, el grupo que preside Cesar Alierta se vería catapultado de la sexta a la segunda posición en el ranking mundial de operadores móviles, sólo por detrás de Vodafone.
Telefónica, que contempla hacerse con más del 90 por ciento de las acciones de la compañía aunque existe la posibilidad de que se conforme con alcanzar el 50 por ciento, pagará alrededor de 2,9 euros (200 peniques) por cada acción de O2, que mantendrá su sede central en Slough (Londres) y cuenta con una plantilla de 15.000 empleados y una cartera de 24,6 millones de clientes en Reino Unido, Irlanda y Alemania.
La operación “convertirá a Telefónica en el operador europeo de mayor crecimiento”, de acuerdo con el presidente de Telefónica, César Alierta, quien añadió que “permitirá duplicar las compras de terminales y equipos en Europa, multiplicará por 3,8 la posibilidad de acceso a la población europea e incrementará el poder de compra de contenidos”.
La adquisición, cuyo cierre de la adquisición está previsto para principios de 2006 con una fusión que ahorraría a ambas empresas alrededor de 292 millones de euros en los próximos tres años, “es, potencialmente, una buena noticia para ambos operadores”, según la analista senior de Ovum, Marta Muñoz, quien explica que “a Telefónica le permite entrar en dos de los más grandes mercados europeos en términos de suscriptores e ingresos así como dos de los más avanzados y competitivos; mientras que para O2 es algo que tenía que suceder ya que estaba operando en un mercado con grandes jugadores como Vodafone, France Telecom y Deutsche Telecom convirtiéndose en un pez pequeño que, más tarde o más temprano, sería comido; y la compra le abre las puertas a un mercado altamente lucrativo como es España y a un mercado con un tremendo potencial de crecimiento como es Latinoamérica”.
