La nueva economía va incorporando a velocidad de vértigo las nuevas realidades tecnológicas en el espacio de trabajo. Como consecuencia, los modelos de negocio así como las relaciones entre los empleados y de las empresas con sus clientes, cambian continuamente. Los usuarios ya pueden contar con las mejores herramientas para fomentar su creatividad y promover su desarrollo personal y profesional.
El equipamiento del espacio de trabajo se configura como elemento integrador indispensable para las nuevas tecnologías y se convierte así en una potente herramienta para potenciar el desarrollo personal y profesional de los individuos. La integración de tecnología, equipamiento y arquitectura es esencial para lograr la flexibilidad y las prestaciones que hagan que los individuos alcancen su máxima creatividad y desarrollo profesional. Se requiere un absoluto control sobre el entorno (información, iluminación, ventilación, sonido, privacidad).
Un ejemplo de cambio en los espacios de trabajo gracias a los avances en tecnología, es la tecnología wireless o inalámbrica; una realidad que nos acerca al modelo de Oficina Sin Cables que, combinado con la continua miniaturización de los ordenadores y los dispositivos de comunicación, impondrán nuevas formas de trabajo e interacción con el entorno. Las características fundamentales de estos entornos son la movilidad, la ubicuidad y la flexibilidad.
Mientras que antes los trabajadores tenían que adaptarse a los espacios de trabajo y a los medios de los que se disponían, ahora el planteamiento es diferente. Los trabajadores buscan entornos con herramientas superiores, acceso inmediato a la información y en cualquier lugar. Buscan un lugar al que pertenecer y en el que desarrollarse, con un absoluto control sobre el entorno. Se da paso al trabajo en red, caracterizado por la conectividad y el intercambio de información entre individuos.
Así, por ejemplo, la banda ancha es una realidad que permite estar siempre conectado a la Red a gran velocidad y, por extensión, a toda la información que circula en Internet. Y si esto no era suficiente, la tecnología wireless consigue que Internet se haga móvil y nos acompañe en cualquier sitio durante todo el día.
Por otro lado, los trabajadores también requieren una accesibilidad inmediata y segura a las herramientas y conexiones disponibles. La accesibilidad es esencial para conseguir mantener un alto nivel de productividad y en consecuencia, el empresario conseguirá una reducción en los costes.
Algunas características de una buena accesibilidad son: el acceso a las conexiones con una sola mano; ausencia de interferencias con las conexiones, conjuntamente con un mayor espacio para herramientas que favorezcan la creatividad; flexibilidad; fácil instalación y mantenimiento, para poder adaptarse adecuadamente al cambio, y seguridad en las instalaciones.
Las nuevas tecnologías han permitido que el contacto que mantienen las empresas con sus clientes pueda hacerse a través de la Red, se trata del comercio electrónico entre empresas (B2B). Por eso, para los clientes, Internet aporta una considerable ventaja al permitirles una gran facilidad de elección de interlocutor, las distancias no existen y la capacidad de respuesta es inmediata.
El novedoso entorno tecnológico del que se han rodeado las empresas, ha hecho cambiar también las expectativas de los empleadores. Buscan talento, creatividad, flexibilidad y efectividad; características que deben ir acompañadas de un entorno que los soporte y permita curvas de aprendizaje muy rápidas. No obstante, las necesidades tecnológicas tradicionales siguen estando presentes en los entornos de trabajo actuales. En especial hablamos de la gran capacidad de cableado a la que se enfrentan las empresas, además de una buena distribución y gestión del mismo. Estamos todavía un poco lejos de los espacios de trabajo sin cables aunque cada vez más acercamos más a los entornos de trabajo inteligentes.
Teo Manzano, responsable de Desarrollo de Producto de AF Steelcase.
