El objetivo perseguido por la reestructuración es mejorar su situación en los negocios de outsourcing, tanto de TI como de redes, así como de gestión de procesos de negocio.
No hay que olvidar que la facturación anual de T-Systems ronda los 10.600 millones de dólares y prácticamente la mitad de ellos proceden de su matriz. Además, la competencia se ha recrudecido en estos segmentos, sobre todo de cara a dos de sus grandes rivales, como son BT y Telefónica. Los datos del último trimestre arrojan una caída del 1 por ciento de su facturación, con 2.560 millones de dólares.
De este modo, uno de los primeros movimientos de esta reorganización pasará por fusionar alguna de las partes de T-Systems con T-Com, la filial de servicios de redes fijas.
T-Systems Enterprise Services desagregará sus servicios informáticos y de integración, reforzados tras la compra de debis IT a DaimlerChrysler en el año 2000 y que cuenta con cerca de 60 clientes multinacionales. Por su parte, T-Systems Business Services se encargará de proporcionar servicios de TI y red a cerca de 160.000 clientes, tanto gran cuenta como pymes, integrando lo que anteriormente se denominaba Area Sales Network.
