Sun Microsystems ha admitido que el lanzamiento en este mes de septiembre de su nuevo servidor SunFire ha golpeado duramente sus ventas, lo que significa que la compañía deberá dar un giro en su política de empleo.
Los directivos de la firma, debido al último lanzamiento de Microsoft, han comentado que las ventas están significativamente por debajo de los niveles esperados para el mes de septiembre, período en que éstas generalmente aumentaban, según Scott McNealy, director ejecutivo de la firma.
Esta circunstancia, unida a la caída del gasto en TI que estaba experimentando la industria y a la presión por la que está atravesando el mercado como consecuencia de los atentados, ha hecho que la política de I+D de la compañía, así como la de recursos humanos se vean perjudicadas. En este sentido, competidores como HP ya han anunciado recortes de plantilla.
Según Ed Zander, director de operaciones, esta semana la firma podría revisar los planes programados para el próximo trimestre. Estamos ante un entorno difícil, aunque intentamos mejorar cada día, algo que está exigiendo mucho esfuerzo por nuestra parte. No obstante, el directivo se muestra confiado en que esta situación sea algo temporal.