La escasez de noticias en torno a la compañía SGI (antigua Silicon Graphics) en los últimos tiempos era un hecho como para levantar suspicacias. Y las sospechas de la redacción de Computing se han confirmado: SGI ha “cerrado” su subsidiaria española (que incluye la de Portugal y la de Italia, que también estaban a cargo de su director general Emilio Permuy).
Sin embargo, la compañía consta todavía en el Registro Mercantil y sigue pagando los impuestos de sociedades y declaraciones correspondientes de IVA.
La situación para los clientes españoles es bastante peculiar, se atienden directamente desde Francia y Gran Bretaña. El servicio técnico está subcontratado con Kodak para todo el continente europeo.
Los motivos del cierre no son económicos, pues la filial, que bajo las riendas de Permuy, ha seguido dando beneficios y mostrando rentabilidad para la corporación. La decisión de echar el cierre ha sido de los nuevos dueños de la compañía (hace tres años Rackable absorbió SGI, aunque mantuvo el nombre por razones comerciales). Según ha podido saber Computing, Rackable no desea invertir en Europa, pues no se sienten cómodos con las diferentes legislaciones de los países miembros y desconfían de la situación económica.
De hecho van a mantener una oficina en el Reino Unido, que actúa como cabeza de puente, “ya que puede considerarse como una prolongación de Estados Unidos, pues comparten idioma y analogías legislativas”, según fuentes solventes. De momento la multinacional conserva las filiales de Alemania y Francia, países en los que la regulación de empleo es menos laxa que en el sur de Europa. Rackable, por el contrario, muestra gran interés por el mercado de Asia Pacífico donde están alcanzando buenos resultados.