En épocas de recesión económica, tradicionalmente el segmento de los Servicios es uno de los que más acusan las crisis. En una primera lectura y a la luz de los datos vertidos el sector afronta un 2003 con optimismo, dado que un 44,2 por ciento cuenta con un presupuesto mayor que el definido para 2002. Además, un cauto 31,6 por ciento lo mantiene estable mientras prácticamente la cuarta parte -un 24,2 por ciento- se muestra temeroso y ha reservado un montante para el año que viene inferior que el destinado para el presente año.
Sin embargo, si a los porcentajes se les asocia una cifra en metálico, encontramos que la media del montante en el segmento de servicios se encuentra en los 0,14 millones de euros, lo que ya no refleja tanta buena salud, puesto que es la media más baja respecto al resto de los sectores, restando en el cómputo a los indecisos.
Todos los analistas hablan de cómo el software está superando paulatinamente al hardware que, además, acusa un sobredimensionamiento y una infrautilización, contemplamos cómo en el sector de Servicios el presupuesto destinado al hardware se ha visto incrementado 6,5 puntos porcentuales respecto al año pasado, situándose en un 40,1 por ciento.
Por su parte, el área de software absorbe un 24,8 por ciento del presupuesto para el año que viene, habiéndose reducido 3,5 puntos porcentuales respecto a los presupuestos que se habían fijado para el ejercicio fiscal 2002. En este capítulo, un 13,7 por ciento de la muestra no invertirá absolutamente nada en software, concentrándose la mayor aportación en los que dedican entre el 11 y el 30 por ciento del presupuesto, que suman al 42,1 del total de empresas de servicios.
En cuanto al área de servicios, un 19,8 por ciento del montante total nutre este capítulo, lo que significa una notable caída respecto al año pasado, que contaba con un 25 por ciento. Como sucede en el resto de los sectores, salvo en la Administración, el matenimiento del hardware acumula la mayor parte del montante dirigido a los servicios, acaparando un 42,2 por ciento. Asimismo, el matenimiento del software ocupa la segunda posición -un 31,1 por ciento-, algo que a juzgar por la decidida apuesta por los servicios web debería ir reduciéndose paulatinamente. Continuando con el reparto del presupuesto, llama la atención que a pesar de que los informes acumulados a lo largo del año apuntaban a un segura recuperación del outsourcing, únicamente un 1,0 por ciento irá a parar a esta área. Del mismo modo, la integración de los sistemas -y esto es algo generalizado en todos los sectores- roza el ridículo, con un idéntico 1,0 por ciento que da qué pensar. Esta cifra indica que, o bien las empresas no son conscientes de sus necesidades reales o es que no precisan de integración, lo que sin duda afectará definitivamente al éxito de los servicios web, que encuentran en la integración uno de sus mejores aliados.
Por otro lado, las comunicaciones continúan siendo el área que menos inversión absorbe, con un 15,3 por ciento, precisamente en la denominada Era de las Comunicaciones. Tan dramática para la situación en este campo que existe un 24,2 por ciento de las empresas consultadas no van a invertir un solo euro en comunicaciones; y con todo, aún hay que ser optimistas porque el año pasado este circunstancia se daba en el 30,8 por ciento de las empresas de servicios.
Asimismo, tomando como referencia una media de empleados de 270 profesionales por empresa con una inversión de 0,14 millones de euros, el ratio de presupuesto en TI por empleado es de 512 euros, cifra muy inferior a los 3.005 euros por empleado del año pasado, que presentaba una media de trabajadores de 181. Paralelamente, en comparación con la media extraída del total de los segmentos en los presupuestos para 2003, encontramos que esos 512 euros quedan muy pobres respecto a los 1.907 euros.
En líneas generales encontramos un sector Servicios que supera su estadio de segmento conservador de los últimos años para devenir en ahorrador, mostrando una extraordinaria cautela a la hora de invertir en nuevas tecnologías. Habrá que esperar si esta ahorro fue prudencia o temeridad a la luz de los frutos que el sector recoja al cierre del ejercicio fiscal 2003.
