Siguiendo la recomendación de Koji Nishigaki, su presidente, NEC, fabricante japonés de tecnología, disolverá sus unidades de negocio (informática y equipamiento de telecomunicaciones y telefonía móvil), con el fin de reorganizar sus actividades en nueve divisiones. Será a partir del próximo día uno de abril cuando la compañía, que durante 2002 ha cerrado sus fábricas menos rentables y reducido empleo, empiece a operar siguiendo una serie de directrices que persiguen fundamentalmente otorgar a cada director de área una mayor autoridad a la hora de tomar decisiones.
Las nueve divisiones serán ventas domésticas, ventas industriales, servicios a sistemas, software, informática, soluciones de banda ancha, infraestructura social, dispositivos móviles y soluciones personales.
Bajo la nueva estructura tanto las divisiones de ventas domésticas como de ventas industriales comercializarán ordenadores y herramientas de comunicaciones. La división de software, por su parte, desarrollará software para PCs o terminales móviles.
Con este movimiento Nishigaki, cuya empresa cosechó pérdidas récord en su ejercicio fiscal 2002, persigue colocarse en una posición sólida en un momento en el que, desde su punto de vista, la frontera entre informática y comunicaciones se ha difuminado.
Parece ser que NEC no es la única empresa que está planteándose dotar de mayor capacidad de decisión a los responsables de sus unidades de negocio, también Toshiba ha anunciado su intención de crear cuatro divisiones separadas aplicaciones domésticas, equipamiento médico, servicios informáticos y pantallas, y negocio de información.
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