La operadora holandesa de servicios de telecomunicaciones KPN ha hecho pública su intención de recortar 8.000 empleos entre los años 2001 y 2002 como consecuencia de la entrada en operatividad de un programa de reorganización destinado a conseguir ahorrar alrededor de 700 millones de euros (cerca 116.900 millones de pesetas) en el ejercicio 2003. El pasado año la operadora contaba con una fuerza de trabajo compuesta por 38.000 personas.
Fuentes de KPN han indicado que los despidos previstos se conseguirán por la eliminación de un mínimo de 2.000 funciones llevadas a cabo por trabajadores temporales y a través de la rotación del staff.
La compañía pretende actualizar su red de telefonía fija, convirtiéndola en una infraestructura avanzada susceptible de dar soporte a Internet, datos y servicios telefónicos. Será una infraestructura de fibra óptica que entrará en funcionamiento este año, con el fin de ofrecer una respuesta válida a la demanda de servicios de banda ancha por parte de los consumidores.
Parece que la operadora se ha resentido por el elevado coste de las licencias de tercera generación UMTS, particularmente en el mercado alemán después de que su partner, el conglomerado Hutchison Whampoa de Hong Kong, se desmarcase de la joint venture y dejara a KPN con una deuda de 8.400 millones de euros. Parte de tal coste lo asumirá el carrier local estadounidense BellSouth, con el que se ha unido E-Plus, el tercer operador de móviles por volumen de Alemania.