Cuando sólo habían transcurrido diez días desde que se hiciera efectiva la salida de Sir Iain Vallance de la presidencia de BT como consecuencia de las presiones de los accionistas ante la abultada deuda acumulada por la operadora británica, su sustituto Christopher Bland, chairman de BT, se ha comprometido a poner en marcha una serie de acciones determinantes y rápidas para gestionar y obtener resultados de la transformación de BT. Como primera medida transformadora se emitirán acciones ordinarias por valor de 5.900 millones de libras (1,65 billones de pesetas); se crearán dos nuevos negocios fuertes e independientes BT Wireless y Future BT; se venderá o segregará Yell (negocio de directorio de la operadora); se progresará en la reducción de la deuda con 5.500 millones de libras (1,54 billones de pesetas) ya convenidos, así como la interrupción en el pago de los dividendos. Desde el punto de vista del directivo, el comienzo ha sido bueno, la cultura está cambiando y estoy convencido de que completaremos el proceso protegiendo los intereses de nuestros accionistas, clientes y empleados. Sir Peter Bondfeld, CEO de BT, ha asegurado, por su parte, se trata de crear dos negocios independientes y altamente focalizados. Nos centraremos en Reino Unido y los mercados de crecimiento de Europa occidental.
Y es que mientras que BT Wireless representa una oportunidad para los accionistas de participar en el crecimiento del segmento de las comunicaciones móviles, Future BT, que cuenta con una base de 22 millones de clientes, e integrará los negocios actuales de BT Retail, BT OpenWorld, BT Wholesale y BT Ignite, con Concert como suministrador de conectividad internacional. Como consecuencia de la segregación, los accionistas de BT lo serán por separado de BT Wireless y Future BT, y la casa madre espera que ambas firmas sean incluidas en FTSE 100.
