Desde que Izertis saliera a Bolsa en noviembre de 2019 sus acciones se han revalorizado un 390%, señal de que, después de 24 años, la firma sigue creciendo -expandiendo su área de influencia y aumentando su portfolio-, de la mano de líderes como Sheila Méndez, que lleva siete años en la compañía ocupando distintos cargos de responsabilidad hasta ponerse a la cabeza de una de las áreas más representativas actualmente, el área Digital de la compañía.
¿Ha sido 2020 un buen ejercicio para Izertis?
S. M.: Hacemos un balance muy positivo de 2020. Antes de que se manifestara la crisis de la Covid-19 en nuestro país, hacia principios de marzo, habíamos comunicado al mercado la intención de hacer una cifra de negocio de 125 millones de euros con un 10% de margen EBITDA para 2023 a nivel mundial. Este era el objetivo que nos marcábamos a largo plazo antes de que empezara esta trágica crisis y en el que, hoy en día, nos reafirmamos.
El año ha sido muy duro de gestionar. Durante la primera etapa de la pandemia, el mayor reto que tuvimos que enfrentar fue el de, sin abandonar nuestro plan estratégico, consolidar nuestra capacidad de resistencia ante cualquier tipo de escenario que se pudiera dar.
No obstante, 2020 ha acabado siendo tremendamente beneficioso para Izertis. Por un lado, Financial Times nos ha colocado entre las 1.000 empresas que más rápido crecen en Europa. También ha sido el año en el que seis compañías se han incorporado a la estructura de Izertis, ampliando nuestro expertise y área geográfica. A su vez, en este ejercicio hemos afianzado nuestra línea de innovación, aumentando exponencialmente tanto el equipo como los proyectos ganados.
¿Cómo se preparó Izertis para la pandemia?
S. M.: La pandemia ha supuesto un punto de inflexión y un reto en sí mismo en cuanto a nuestra metodología de trabajo. Aunque en Izertis ya teníamos desde hacía tiempo un pequeño porcentaje del personal trabajando desde casa, de un día para otro tuvimos que trasladar el lugar de trabajo del 99% de nuestros empleados desde nuestras oficinas a sus hogares.
Nuestro mayor volumen de negocio procede de España, desde donde generamos el 79,7% de nuestra facturación mundial
Durante el primer semestre pusimos el foco en garantizar nuestra capacidad de resistencia ante cualquier inconveniente. Por ello, dimos mucha importancia a la continuidad de nuestros proyectos, pero también a la aclimatación de nuestros trabajadores, ya que muchos de ellos comenzaban a operar en un nuevo entorno.
A posteriori, ya con datos en la mano, podemos afirmar que nuestro equipo no solo ha estado a la altura de las circunstancias, sino que hemos aumentado nuestro rendimiento, logrando nuestros objetivos más allá del presentismo.
¿Cuál ha sido el crecimiento de la empresa en el último año a nivel global? ¿Y en España?
S. M.: Hace pocas semanas que hemos presentado nuestros resultados y, afortunadamente, hemos alcanzado una evolución muy positiva. Hemos logrado multiplicar por 5,4 nuestro beneficio neto, con una cifra de negocio que se incrementa un 9,5% con respecto al año anterior, hasta llegar a los 50,7 millones de euros, muy por encima de la media estimada de crecimiento del sector, que ha sido del 1%. Nuestro mayor volumen de negocio procede de España, desde donde generamos el 79,7% de nuestra facturación mundial, con respecto al 20,3% de ingresos comunitarios procedentes del resto de países en los que operamos.
Un dato importante para nosotros es el de la caja operativa, que pasó de rondar los cuatro millones a superar ampliamente los siete millones de euros, con un crecimiento superior al 80%. En un año tan duro como este hemos sido capaces de mejorar nuestro margen. Esto se ha visto reflejado en el resultado neto, es decir, en el beneficio después de impuestos, que se ha multiplicado por cinco.
¿Piensan continuar con su proceso de internacionalización?
S. M.: Nuestro proceso de internacionalización y expansión comenzó en México en 2015 y, actualmente, se ha extendido a ocho países (España, Portugal, Bélgica, Cabo Verde, Egipto, Perú, Colombia y República Dominicana). Asimismo, hemos logrado ampliar nuestra actividad a través de proyectos y clientes, que en la actualidad alcanza los 52 países, siendo las últimas incorporaciones Canadá, Cabo Verde y Barbados.
En la actualidad tenemos varias oficinas satélite en países como Cabo Verde, Egipto o República Dominicana, centradas especialmente en la generación de negocio exterior.
A través de ellas y de nuestras adquisiciones inorgánicas en el extranjero -la última en Lisboa hace pocas semanas-, estamos consiguiendo llevar nuestros proyectos a un mayor número de países con un crecimiento sostenido.
¿Qué tecnologías cree que demandarán más las empresas en 2021?
S. M.: Sin duda crecerá el negocio asociado a todas aquellas tecnologías que ayuden a las empresas en sus proyectos de metamorfosis digital. En todo caso, si tuviera que apostar por tres tecnologías concretas, lo haría por blockchain, en un periodo de madurez adecuado para su escalabilidad; por los datos, impulsados por la parte de data science e inteligencia artificial; pero también por los sistemas analíticos de consumo personal para apoyar cualquier toma de decisiones; y, por supuesto, apuesto por las plataformas transformacionales, como la de Salesforce, que permite reimaginar la forma en la que entendemos nuestros procesos de negocio y la relación con nuestros clientes.
¿Qué papel juega Salesforce dentro del proceso de metamorfosis digital de las empresas?
S. M.: La manera de relacionarnos con los clientes ha cambiado drásticamente. Hemos pasado a un mundo híbrido, donde existen multitud de datos procedentes de diferentes fuentes y es fácil que la falta de personalización y la robustez en la relación con el cliente se puedan ver afectadas por este contexto. Salesforce proporciona una plataforma que ha sabido dar solución a este nuevo paradigma proporcionando a las empresas un conocimiento preciso del perfil de su cliente, facilitando la forma en la que nos relacionamos con ellos y asegurando que las inversiones que lleven a cabo obtendrán un retorno y un impacto positivo en sus resultados.
Otro factor clave para su éxito ha sido que han sabido crear soluciones sectoriales especializadas en las distintas industrias y servicios, adaptándose a las particularidades de sus negocios. Un caso particular es el del sector público, que no era objetivo de este tipo de plataformas, y al que Salesforce ha querido ofrecer una solución que permita a los organismos públicos estar cerca de los ciudadanos prestando un servicio de calidad.
¿Qué recorrido podría tener Salesforce en España en los próximos años?
S. M.: La fortaleza de esta herramienta en el mercado es tremenda. Salesforce controla casi el 20% de la tarta de CRM a escala mundial. Puede parecer una cifra poco significativa, pero hay que tener en cuenta que sus dos inmediatos perseguidores, Oracle y SAP, rondan el 5% del negocio. En los últimos años, Salesforce ha crecido por encima del 20%, superando la media de crecimiento europea. La tasa de renovación es por un modelo de suscripción, de modo que todas las nuevas adquisiciones se incorporan a las existentes, facilitando un crecimiento exponencial.
¿Cuáles son algunos de sus principales clientes?
S. M.: Cada vez trabajamos con clientes de mayor tamaño y en proyectos de mayor envergadura pertenecientes a distintos sectores. No en vano, más de la mitad de las empresas del Ibex 35 ya están trabajando con nosotros.
Entre nuestros principales clientes se encuentran Endesa, Ferrovial, Central Lechera Asturiana, Estrella de Galicia, Fotocasa o Thyssenkrupp. Con respecto a la Administración Pública, contamos con la Comunidad de Madrid, el Gobierno de Cantabria y el Grupo Tragsa, entre otros.
¿Cuáles son sus planes a corto-medio plazo?
Algunos de nuestros objetivos a corto plazo pasan por el desarrollo y la mejora continua de tecnologías disruptivas como business intelligence, Internet de las Cosas y blockchain. En lo relativo a esta última, hemos conseguido interesantes proyectos para aplicaciones productivas como el control del estado de envíos de mercancía internacional o la supresión de los ceses en el suministro de luz a colectivos vulnerables, que calculamos que está afectando en estos momentos en torno a tres millones de personas en España.
Respecto al medio plazo, nuestro horizonte está marcado por el crecimiento previsto para 2023 anteriormente nombrado, que ascendería a 125 millones de euros a nivel global. Todo ello bajo el objetivo de convertirnos en una de las empresas tecnológicas de referencia en nuestro país.