Los derechos de propiedad intelectual tienen como objeto incentivar la innovación en las diferentes áreas específicas de la tecnología en las que se buscan y obtienen esos derechos; más concretamente, las invenciones relacionadas con programas de ordenador (software) se pueden proteger mediante varias modalidades de propiedad intelectual como son el copyright, el secreto industrial o como patentes si cumplen con determinados requisitos.
El copyright otorga al autor del programa el derecho a evitar copias no autorizadas de su trabajo, en especial del código fuente, su estructura, organización y secuencia, sin embargo, otros aspectos funcionales del programa no quedan cubiertos por el copyright.
La protección que otorga el copyright está más orientada a prevenir la copia o la piratería del programa de ordenador, mientras que las patentes otorgan al titular un derecho exclusivo de explotación de mayor cobertura, por cuanto su protección se centra sobre el procedimiento asociado a la ejecución del programa de ordenador, que impediría a terceros no autorizados a reproducir ese mismo procedimiento utilizando un código fuente distinto.
Artículo completo en el número 785 de Computing (noviembre 2019)