La semana pasada Todd Bradely, CEO de PalmOne, y Ed Colligan, vicepresidente y director general de la división wireless de la firma, visitaron España con la noticia aún fresca de la aprobación por parte de los accionistas de la compra de Handspring. Su mensaje es muy claro: el mercado español resulta crucial para la compañía en su expansión europea, no en vano se trata del mercado del Viejo Continente que mayores ratios de crecimiento está experimentando.
Colligan explicó que la base de la buena marcha de PalmOne en nuestro país -34 por ciento de cuota- se debe a la calidad del canal de distribución, destacando a Santa Bárbara y El Corte Inglés; el buen trabajo de nuestro equipo local (tres personas) y el interés cada vez más creciente por parte de los usuarios.
Ante la posibilidad de licenciar la capa de software de sus aplicaciones del mismo modo que hace Nokia con Sendo o Siemens, entre otros, el CEO se mostró reacio, argumentando que se trata de nuestro factor diferencial.
Bradley restó importancia a la entrada en el mercado nacional de Sony, así como a la posible irrupción de IBM el año que viene con sus propios dispositivos. No hay que olvidar que además del reciente acuerdo con Vodafone para el modelo Tungsten W, PalmOne prepara el desembarco en España del smartphone Treo 600, durante el primer trimestre de 2004 -posiblemente en marzo-, tal y como precisó Colligan.