¿A la tercera va la vencida?
La idea de Cognos está fuera de duda: para nosotros España está dentro de los diez países estratégicos a nivel internacional. Cognos encuentra imprescindible tener éxito en España para afianzar su política internacional de cara a convertirse en el suministrador líder de soluciones tanto de tecnología como de gestión financiera. Para no caer en la misma circunstancia que tuvimos en el pasado es evidente el esfuerzo que vamos a hacer a nivel de inversión y reestructuración de la política comercial en España; así que, definitivamente, creo que a la tercera va a ser la vencida. Además, a la tercera no podemos permitirnos no tener éxito. Todos en España estamos muy optimistas y creemos que tenemos unas de las mejores opciones para los clientes.
¿Eso quiere decir que en ocasiones anteriores no se invirtió lo suficiente en el canal?
No, creo que hay muchos factores que pueden influir en la política de una empresa de cara a su presencia en un país. Después de las modificaciones que tuvieron las empresas como consecuencia del euro y del año 2000 ha habido ciertas turbulencias acrecentadas por la crisis posterior que, en España, llegó con retraso. Fue la consecuencia de muchos factores. Surgió una política más conservadora para minimizar los riesgos derivados de estas turbulencias y se trató de proteger a los accionistas y a la empresa en su conjunto. No creo que sea una cuestión inversora; Cognos siempre es generosa a la hora de invertir en las empresas en las que considera oportuno.
¿Queda Portugal fuera de sus competencias?
No, las operaciones de Portugal están dentro de España, barajamos el denominarnos Cognos España o Ibérica y al final por coherencia corporativa nos inclinamos por el primero. Tenemos oficinas en Madrid y queremos que Portugal contribuya muy activamente al éxito en las operaciones de la Península.
El foco estratégico de Cognos hoy por hoy es CPM, pero llevamos ya varios años hablando de ello y no termina de despegar. ¿Qué está sucediendo?
Realmente CPM es un concepto que los analistas encontraron como algo novedoso pero que en el fondo es la evolución de un concepto que está latente en las empresas desde hace mucho tiempo. Es un concepto más evolucionado y depurado, pero el problema que tiene es la posibilidad material de llevarlo a la práctica. Se compone de tres grandes elementos: la capacidad de realizar un presupuesto y una planificación así como la de consolidar y ejecutar un reporting corporativo con la posibilidad de hacer una análisis corporativo ad hoc. Precisamente Cognos con las últimas iniciativas que ha llevado a cabo, con la adquisición de Frango, presenta la plataforma más eficiente y sobre todo capaz de llevar a cabo todos los procesos necesarios para llevar a cabo una plataforma verdadera para los clientes. En la oferta de otros proveedores existen lagunas en algunas de las áreas para poder ofrecer un sistema de gestión integrado y ése ha sido precisamente el motivo del retraso. Cognos va a dar el impulso definitivo.
¿Cómo van a definir su contacto directo en grandes cuentas en las que el partner era antes ‘dueño y señor’ de la operación?
Con nuestra presencia en España lo que perseguimos es renovar el compromiso que tiene Cognos con sus clientes. Para las empresas debería ser una noticia positiva. Queremos definir el escenario más favorable para determinar que es una buena idea trabajar con Cognos. Nos aprovecharemos del know-how de muchos de nuestros socios en los últimos años, pero en ningún momento es excluyente, sino integrador.
Cuando se citan competidores de Cognos aparecen Hyperion, MicroStrategy, Business Objects, Information Builders, etc. pero realmente Cognos se ha especializado en ámbito financiero. ¿Se puede establecer una comparación real?
Cognos es también la única compañía que se puede comparar de tú a tú con empresas que se mueven en entornos muy diferentes. Efectivamente, hablamos del mercado BI y vemos que hay empresas con una presencia muy importante. Y cuando nos los encontramos en España nos damos cuenta de que no sólo tenemos una alternativa a la suya sino, además, más sofisticada. La diferencia está en que Cognos ha sabido salir de la limitación que impone el mercado. Las empresas especializadas en BI están intentando mantener sus cifras en base a obtener ingresos recurrentes por parte de sus clientes, es decir, es un mercado saturado, con índices que no permiten tener tasas de crecimientos como las de años anteriores. Cognos ha sabido diversificar su negocio no sólo tecnológico sino también funcional.
La tendencia del resto parece ir hacia la democratización del BI, que aproveche sus bonanzas todos los usuarios de la organización. ¿Cuál es su punto de vista?
Uno de nuestros ejes estratégicos es proporcionar a las empresas la estandarización de sus sistemas tecnológicos. Cognos pretende que todos departamentos utilicen las mismas herramientas para realizar sus análisis multidimensionales, por ejemplo, con una solución global y modular como la nuestra.
Profundizando en ese punto de ‘global y modular’, ¿cómo se compite con actores como Oracle, con soluciones más globales y a la vez modulares?
Realmente a Oracle no le veo un competidor, sino más bien un complemento. Oracle Financials es un ERP, con base de datos multidimensional que en ciertas áreas podría competir con nosotros, pero si analizas cuál es realmente su objetivo estratégico y en dónde invierte más dinero verás que no somos competidores directos. Su foco en este mercado es marginal.
¿Con qué rivales se cruza más Cognos en España?
Sería una lista muy grande porque como somos de los pocos o únicos que tenemos una solución tan global depende mucho de en qué ámbito nos estemos moviendo. Todos los que ofrezcan soluciones para mejorar los sistemas de información de las empresas terminan compitiendo con nosotros.
En este campo, ¿los desarrollos propios son también una dura competencia?
Están para ciertos procesos muy específicos por la complejidad que tienen y por su coste, pero también por la dinámica de cambios dado que el modelo de gestión financiera es muy volátil y en constante evolución. Resulta cada vez menos conveniente realizar desarrollos propios.
