El fabricante sueco de IFS Applications, un ERP basado en componentes, está hoy presente en 50 países, cuenta con 2.700 empleados y sus ingresos netos ascendieron a 294 millones de euros en 2011. La compañía sigue creciendo, y la península ibérica es una región importante en la que se continúa invirtiendo, a pesar de los difíciles momentos económicos por los que atraviesa. Su director general, Nick Weiss, charló con Computing para hablar no sólo de la progresión de IFS en el mercado, sino también de las nuevas tendencias como movilidad o cloud computing.
IFS Applications 8 se dio a conocer en noviembre del año pasado. ¿Qué acogida ha tenido en el mercado? ¿Se han cumplido los objetivos?
Esta nueva versión está muy enfocada en movilidad y usabilidad, y por ello, hemos tenido una respuesta muy positiva por parte del mercado. El hecho de poder trabajar a través de iPads y smartphones es clave para nuestros clientes. También hemos incorporado novedades en el área de proyectos, que, como bien es sabido, es nuestro core. Y es que, desde hace algún tiempo, los países occidentales están basando su crecimiento en la exportación de sus servicios y productos, y en IFS 8 hemos incorporado una nueva funcionalidad para facilitar el control de operaciones, principalmente en el área de proyectos. Así, es posible manejar varios proyectos en distintos países, con distintas divisas y consolidar todas las cuentas en un solo país de origen. Para poder hacerlo, también hemos incorporado todas las normativas y legislaciones financieras internacionales. Por estas razones, esperamos que la mayor parte de nuestros clientes hayan migrado a esta nueva versión el año que viene, tanto en España como en el resto del mundo.
¿Es precisamente esa gestión por proyectos uno de los aspectos diferenciales de IFS? Sí, definitivamente es clave. Realmente somos los únicos que tenemos una solución para proyectos, y eso encaja muy bien con las nuevas necesidades del mundo industrial, puesto que las compañías están intentando involucrarse en iniciativas de alto valor añadido, lo que implica llevar a cabo proyectos complejos, y el ERP de IFS lo facilita.
Además de ser útil para el sector industrial, ¿esta técnica de gestión por proyectos, puede extrapolarse a otros sectores? ¿IFS tiene pensado entrar a competir en nuevos segmentos de actividad o su core seguirá siendo la fabricación industrial?
Efectivamente, además de la industria, añadiría campos como la ingeniería, la energía o el sector de telecomunicaciones. Tenemos sendas referencias de clientes en esos ámbitos. Defensa igualmente en otros países. Lógicamente es una tentación intentar probar en otras áreas y ampliar el alcance de IFS, pero es algo que no vamos a hacer, porque nuestra diferencia está en nuestra especialización en estos sectores concretos, que son quienes más necesitan la gestión por proyectos. Además, afortunadamente, a estos sectores les toca menos de frente la crisis en comparación con otros.
¿Cuál es la situación de la filial ibérica?
En Iberia la progresión es buena, dada la complejidad de la situación económica. Las perspectivas son positivas debido a una serie de cambios que hemos acometido en los últimos dos años. Así, por ejemplo, renovamos nuestro equipo comercial, para lo cual el grupo ha invertido mucho en la península ibérica. Estos cambios comerciales están dando sus frutos. Además, a principios de este año iniciamos un nuevo programa de canal y partners, creando una red formada por grandes consultoras e integradores de sistemas hasta pequeños especialistas más específicos. Por ello, decidimos adaptar cada acuerdo a las necesidades de cada partner, porque hemos detectado que en España sí hay algunas empresas que quieren tratar directamente con el fabricante, pero hay otras tantas que prefieren la ayuda de un socio local, y queremos dar esa doble opción. Es un modelo híbrido en el que tampoco tienen cabida cientos de partners, porque buscamos calidad y no cantidad. En unos meses, anunciaremos más novedades a este respecto.
Respecto a la movilidad, ¿es una intención o una realidad en los clientes ibéricos de IFS?
Más que una moda, yo lo definiría como una tendencia muy real y además es un paso lógico para los ERP, por la necesidad de extender el uso a todos los usuarios. Es algo imprescindible por lo que en IFS hemos apostado mucho, especialmente a raíz de la compra de Metrix en Estados Unidos, que cuenta, entre otras cosas, con una solución para la gestión de servicios en campo en smartphones y tablets. Con ellos vamos a ganar en conocimiento y en aplicaciones móviles. En España tenemos clientes que están en proceso de implementar IFS en movilidad, como es el caso por ejemplo de Torresol, compañía dedicada al desarrollo, construcción, explotación, y mantenimiento de plantas de energía solar. Igualmente por ejemplo, la parte de operaciones y mantenimiento de Gas Natural Fenosa, también cuenta con un proyecto móvil.
¿Cómo ve la evolución del cloud computing? ¿Hay demanda de IFS Applications en la nube?
Está claro que las aplicaciones para dispositivos móviles sí que están disponibles en la nube privada porque es la vía lógica para entregarlos, pero el hecho de alojar la aplicación en una nube pública ya resulta más complicado, y de hecho, nosotros no vemos una demanda clara. En España hay mucho miedo, y cuesta mucho. Seguramente en el futuro tendrá su lugar, para ciertas aplicaciones, pero de momento no es una prioridad para nuestros clientes.
¿Cómo definiría los últimos resultados financieros de la compañía?
El primer semestre del año ha sido positivo, y de hecho hemos conseguido no sólo crecer en mantenimiento, sino también en licencias. Así, los ingresos por licencias ascendieron a 21 millones de euros, un incremento del 3% tras ajustes de divisa, mientras que el mantenimiento ascendió un 13%. El apartado de la consultoría sigue siendo difícil, ya que los ingresos totalizaron los 79 millones de euros, un descenso del 3%. Pero, a pesar de todo, la compañía sigue creciendo y sigue entre sus planes la posibilidad de adquirir puntualmente compañías que complementen el portfolio.