Transformar los estilos de docencia y aprendizaje a través de tecnologías avanzadas es el objetivo principal del proyecto IKASI. Sus artífices entienden que la digitalización de las aulas no solo consiste en equipar las aulas de ordenadores y conexión a internet, sino en dar un paso más y mejorar los procesos de aprendizaje teniendo como eje las TIC. Por ello, las nuevas tecnologías en el aula se convierten en el principal eje de transformación de los procesos de enseñanza.
Se trata de desarrollar un nuevo modelo de docencia que sea capaz de ampliar conocimientos y adquirir competencias suficientes por parte de los alumnos y que les permita emprender y realizar trabajos en equipo, incluso a nivel internacional. Un consorcio formado por empresas dedicadas a los nuevos sistemas para la enseñanza, como Virtualware y Alecop, empresas que desarrollan equipamientos del entorno educativo como Akaba, Ojmar Y Burdinola, y empresas que diseñan edificios educativos inteligentes como Giroa y LKS, junto con el centro de investigación aplicada Tecnalia, Cluster HABIC y Mondragon Unibertsitatea, han colaborado en la puesta en marcha de este proyecto. Tras más de 10 años de trabajo previo entre los agentes implicados, actualmente IKASI se encuentra en plena expansión nacional e internacional.
El piloto del proyecto se llevó a cabo en la Universidad de Mondragón, creando un espacio arquitectónico flexible, sostenible y eficiente energéticamente. Para IKASI, se han diseñado aulas flexibles y polivalentes, con equipamiento tecnológico inteligente (mesas de trabajo interactivas, contenidos digitales y plataformas de trabajo colaborativo, entre otras), que mejoran los procesos de enseñanza tradicionales a través de espacios participativos donde destaca la presencia de equipamientos móviles o la pizarra colaborativa, basada en el concepto de pizarra en la nube. Gracias a la “cloud board”, los usuarios acceden a una plataforma web donde pueden interactuar y trabajar de una forma participativa tanto de forma presencial como a distancia, es decir, permite estrechar la relación entre alumnos y profesores tanto dentro del centro como fuera de él.
La universidad del futuro acoge asimismo laboratorios que se convierten en espacios mixtos donde se imparten clases magistrales, se desarrollan experimentos y se favorece el trabajo en equipo. La vitrina de gases móvil permite el desarrollo de experimentos en cualquier punto del aula y además, mejoran la visibilidad mediante el uso de cámaras que proyectan en pantallas el experimento que se está realizando.
Pero el edificio no solo va a ser inteligente por dentro sino por fuera, y es que IKASI va a desarrollar una gestión eficiente de los consumos de energía. Este objetivo se cubre con una gestión automática dirigida por un software inteligente que predice la demanda energética de las instalaciones dependiendo de las condiciones meteorológicas existentes en cada momento y el dato de ocupación del edificio.