Cuando en 2021 la red social Facebook cambió de nombre por Meta, el metaverso se introdujo en nuestras vidas como la gran disrupción del futuro. La idea básica del metaverso es introducir una capa adicional a la red de Internet que mejore e incremente la experiencia de usuario, pero no será fácil de desarrollar a corto plazo.
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Una definición completa del metaverso
El metaverso lo podemos definir como esa gran capa digital cimentada por la red de Internet y con una serie de propiedades como las siguientes:
– Mundo Virtual Colaborativo 3D. Será un espacio digital con una base sólida en tres dimensiones donde las personas se verán representadas por medio de avatares, es decir, una proyección dibujada en 3D de sí mismos, y donde dichos avatares podrán interactuar entre sí de distintas formas y en tiempo real.
– Inmersivo. Dicho mundo tridimensional habrá de ser accedido mediante tecnología inmersiva que permita vivir una experiencia sensorial completa.
– Open Source. Aunque muchas grandes empresas tecnológicas desarrollen su propia tecnología del metaverso, las distintas comunidades de desarrolladores Open Source lanzarán versiones libres con las mismas capacidades funcionales y de conexión.
– Interconectado. No habrá un único metaverso, sino que existirán decenas y miles de ellos con la capacidad de conectarse entre sí. Los avatares podrán navegar de forma indistinta y transparente por todos los metaversos al igual que hoy navegamos entre diferentes webs y plataformas.
– Identidad digital única. Toda persona navegará por los distintos metaversos proyectada a través del mismo avatar. Por tanto, habrá una identidad digital única asociada a cada persona, que no solo consistirá en el avatar, sino en todos los objetos digitales que este tenga asociado.
El metaverso requiere desarrolladores 3D, motores de juego o servicios de inteligencia artificial
– Economía de los criptoactivos. En el metaverso existirá un modelo económico basado en tokens y criptoactivos, bajo tecnología blockchain, que permitirá realizar todo tipo de transacciones económicas. Los NFT permitirán la propiedad privada en el metaverso, y las criptomonedas permitirán pagar por servicios y productos, que podrán ser digitales, físicos o híbridos.
– Descentralizado. El metaverso será la mayor DAO mundial, es decir, una organización autónoma y descentralizada de orden planetario. Será la propia comunidad la que establezca las reglas generales y el camino de su evolución. El poder y la autoridad será de la comunidad, repartido estos en comunidades más pequeñas.
– Funcionalmente completo. El metaverso permitirá realizar infinidad de acciones que permitirán a las personas desarrollarse digitalmente en él. Si no hay valor, no habrá metaverso.
– Híbrido con la realidad. Además de ser un mundo virtual 3D, también hibridará con el mundo físico de forma que acciones en el metaverso tendrán efectos en el mundo físico, y acciones en el mundo físico se reflejarán en el mundo digital. No tiene sentido hablar de mundo real, tanto el mundo digital como el físico son reales.
– Persistente. Será un espacio digital siempre encendido y creciendo, en constante cambio, tanto si estás dentro o no. Como la vida misma.
En qué momento estamos
En la actualidad no existe ningún metaverso que cumpla con la definición completa del mismo, por tanto, deberíamos referirnos a ellos como protometaversos, es decir, prototipos y experimentos que nos acercan al objetivo final, pero que no pueden ser considerados aún como tal.
El metaverso nació del gaming y desde este sector seguirá desarrollándose en el futuro. Plataformas como Fortnite, Robblox o Minecraft han sido los pioneros en crear los primeros protometaversos. Esencialmente son espacios tridimensionales colaborativos, no inmersivos, pero sí con una economía propia, algunos de ellos basados en la blockchain y NFT. Los motores gráficos, en particular el motor Unreal Engine 5 utilizado para Fortnite, son un gran avance tecnológico fundamental para el futuro del metaverso.
Sin embargo, otras plataformas como Decentraland, no nacida del gaming, han visto cómo han perdido el interés de la comunidad al no aportar valor real. The Sandbox, con unos gráficos similares a Robblox, es otra de las iniciativas fuera del Gaming cuyo impacto está por ver. El gran perdedor parece ser la propia Meta con su protometaverso de Horizon Worlds, una experiencia social inmersiva que no llega a gustar a los usuarios.
En cuanto a la actualidad del metaverso, estamos atravesando el ‘momento Hype’ de máxima expectativa mediática como cualquier otra tecnología. Debemos dejar que la tecnología se siga desarrollando en los próximos años, y que las empresas empiecen a encontrar casos de uso de valor real para la comunidad, quizás siguiendo con el entretenimiento, lugar de donde nació.
Las capas del metaverso
El Metaverso no es sencillo de construir. Tecnológicamente precisa de una serie de complejas capas que han de funcionar de forma coordinada para ofrecer valor real en cuanto a funcionalidad, inmejorable experiencia de usuario y transparencia tecnológica. Estas capas son las siguientes:
– Infraestructura y hardware. El metaverso requerirá de infraestructura tecnológica, como servidores con potente capacidad de procesamiento gráfico y almacenamiento. Además, la red también requerirá de capacidades de velocidad de datos como nunca hasta ahora. Por la parte de periféricos, serán esenciales aquellos que permitan la inmersión en el entorno, y esto quizás, Meta sí que esté dando con resultados esperanzadores.
En la actualidad no existe ningún metaverso que cumpla con la definición completa del mismo, por tanto, deberíamos referirnos a ellos como protometaversos
– Plataformas. El futuro del metaverso y su éxito requiere de la existencia de una capa para desarrolladores externos que hagan del crecimiento del metaverso su modelo de negocio. Estamos hablando de desarrolladores 3D, motores de juego o servicios de inteligencia artificial, además de otros servicios como búsquedas dentro del metaverso para contenidos, espacios o experiencias.
– Contenido y experiencias. La capa de contenido es clave para generar valor en los usuarios a través de la experiencia. Esta capa contendrá herramientas y funcionalidades concretas para los usuarios, que irán desde el aprendizaje hasta la colaboración, así como eventos o casos de uso para industrias concretas.
– Otros habilitadores. Todo lo anterior solo será posible si somos capaces de integrar otros habilitadores tecnológicos dentro del futuro metaverso. Entre estos habilitadores podemos destacar la seguridad de los datos, la privacidad, la gestión de la identidad personal o los pagos.
Análisis crítico del por qué la idea del metaverso tendrá éxito
Son varias razones las que creo que harán que el metaverso será un éxito. En primer lugar, las empresas han aprendido durante la pandemia que el teletrabajo no solo no es malo, sino todo lo contrario. Hay estudios que evidencian que el teletrabajo aumenta la productividad de las empresas en más de un 4%. De modo que las empresas irán incrementando el teletrabajo de forma progresiva buscando una mayor productividad y, además, ser más atractivas de cara al talento.
Si esto se cumple y el teletrabajo aumenta, la parte negativa será la pérdida de socialización que producirá en las personas y que, inevitablemente, aumentará la sensación de aislamiento. Un aislamiento físico que empujará a las personas al mundo virtual del metaverso en su búsqueda de un nuevo tipo de contacto social.
En segundo lugar, los Estados también verán en el metaverso una oportunidad. Las democracias liberales están heridas (no muertas) y los populismos creciendo por el enfado general de la sociedad ante la situación precaria actual. En este contexto de baja demanda de empleo y de búsqueda incesante de productividad por parte de las empresas, autores como Niño-Becerra aseguran que el Estado buscará rebajar el enfado a través de la manipulación social con recursos como la renta básica universal para que no nos preocupemos por el trabajo, la legalización de la marihuana para distorsionar la realidad y el ocio gratuito como forma de entretenimiento.
El metaverso podrá ser ese ocio gratuito que los Estados necesitarán para que no nos fijemos en su acción de gobierno. Por eso, no será de extrañar que, dentro de unos años, al igual que ya ocurrió con los teléfonos móviles, al comprar el pan nos regalen unas gafas de realidad virtual.
Aun así, detrás de esta mirada crítica social del metaverso, creo que se convertirá en algo nuestro, de todos, en una capacidad más del mundo digital que nos traerá posibilidades ahora inimaginables.