El Gigante de Software se ha vuelto a sentar en el banquillo de los acusados, pero esta vez la causa ha sido la demanda presentada por varios ex empleados quienes alegaban discriminación en sus puestos de trabajo.
Los abogados de estos trabajadores acusan a Microsoft no sólo de discriminación racial, sino que también añaden que existen diferencias en cuanto al salario, la calificación profesional y los ascensos. Además, el grupo de demandantes también sostiene que se han tomado represalias contra ellos en diferentes momentos.
Por su parte, aunque la compañía se ha abstenido de hacer comentarios acerca de la nueva demanda, ya que la acción engloba cuestiones de carácter personal, Deborah Willingham, directora de recursos humanos de Microsoft, ha comentado que en nuestra empresa no se tolera ningún tipo de discriminación en cualquiera de sus prácticas. Es por esto por lo que tomamos muy en serio las acusaciones de este tipo– refiriéndose al racismo-.
Con todo, la compañía asegura que durante al año 2000 un 22,2 por ciento de su plantilla, formada por 36.000 empleados, pertenecía a clases minoritarias, cifra que supera al 16,8 por ciento de 1997.
