En el segundo trimestre fiscal, que Dell acaba de cerrar, la compañía ha registrado un declive del 8% en sus ingresos (comparados con el mismo periodo del año anterior), que han sumado un total de 14.500 millones de dólares, por debajo de los 14.640 millones que esperaba Wall Street. Dell ha justificado esta caída por la bajada de las ventas en su negocio de PC y movilidad, -la línea de PC de consumo ha bajado un 22%, y la de pymes, un 1% con respecto al 2Q de 2011. Aunque la división de soluciones y servicios empresariales se ha comportado bien, -ha subido un 6%-, no ha sido suficiente para paliar esta declinación. Y eso que ya constituye el 50% de los márgenes de la compañía y más de un tercio de sus ingresos.
Dell ha registrado descensos de las ventas en todos los mercados: en EE.UU., un 6%; en Europa, un 7%; en Asia y Japón, un 12%; y un 15% en los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
“Nuestro rendimiento en el segundo trimestre ha proporcionado una prueba más de que nuestra estrategia a largo plazo es correcta”,ha comentado Brian Gladden, director financiero de Dell, en un comunicado. “Continuamos nuestro progreso en el cambio de la mezcla de nuestro negocio de soluciones empresariales de mayor margen, dirigida por un sólido crecimiento en nuestro negocio de servidores, redes, servicios y almacenamiento IP”.
A pesar de estas optimistas declaraciones, Dell ha revisado a la baja sus pronósticos para la segunda mitad del ejercicio ya que el mercado ha paralizado su intención de compra ante la inminente llegada de Windows 8. En concreto, prevé para el tercer trimestre fiscal un descenso de sus ingresos del 2% al 5%, que se situarían entre los 13.800 y 14.200 millones de dólares. Wall Street esperaba una facturación de 14.850 millones.
