En el mundo digital actual, empresas de todos los tamaños y sectores están transformándose en mayor o menor medida para encontrar nuevas oportunidades de mercado en un entorno cada vez más exigente. Los directores generales ya no se preguntan por qué hay que adoptar la tecnología, sino “¿cómo la adopto de la mejor manera para que mis trabajadores se motiven y ayuden a que el negocio continúe prosperando?”
Para dar respuesta a esta cuestión, Microsoft, junto con la London Business School, entrevistó a más de 20.000 trabajadores de empresas de entre 50 y 250 empleados, y de más de 250 empleados, en 21 países europeos (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumania, Rusia, Suecia y Suiza). Analizaron la tecnología que usan en sus trabajos, su actitud ante las tareas a realizar y el desempeño, y la relación entre ambas cosas.
El estudio considera que, aunque la tecnología ofrece a las compañías una ventaja competitiva considerable, por sí sola no es suficiente. Para que sea más eficaz, necesita implantarse dentro de una cultura digital fuerte. Éste es el punto donde los líderes empresariales defienden el potencial de la tecnología para ayudar tanto a los individuos como a la organización; donde los directores dan ejemplo adoptando las innovaciones; y donde los empleados reciben la formación necesaria para sacar el máximo partido a esas herramientas digitales.
En toda Europa se vio claramente cómo las compañías con una cultura digital fuerte son capaces de posicionarse por delante de sus competidores. Y cómo los empleados de estas compañías se sienten: 5 veces más capacitados; 4 veces más comprometidos; 3 veces más innovadores; y 2 veces más productivos.
Cuando la innovación tecnológica se une con una cultura digital adecuada, las personas son capaces de trabajar de una manera más inteligente y ágil, impulsando la productividad. Cada vez más, las personas quieren sentirse partícipes de un cambio, por lo que los cargos y los salarios no son suficientes para retener el mejor talento, sino que es necesaria una motivación. Ésta, puede venir de la mano de la tecnología y los nuevos escenarios que habilita. Además, los mejores resultados se obtienen cuando la tecnología encaja con una única cultura empresarial.
Sólo un 11% de los empleados españoles cree que es muy productivo
En España, las organizaciones con una cultura digital fuerte se sienten 9 puntos porcentuales más productivos que aquellos que trabajan para organizaciones con una cultura digital débil. Por otro lado, sólo un 11,4% de los empleados españoles se siente altamente productivo en su trabajo, cifra que coincide con la media europea. Si hablamos en términos de innovación, sólo el 15,1% de los trabajadores españoles siente que es altamente innovador que el trabajo. Casi dos puntos menos que los empleados del resto de países europeos, que se sitúan en el 16,9%.
Merece un espacio aparte el caso de los denominados “first line workers”, aquellos trabajadores que están en una posición única porque hablan con los clientes cada día y conocen de primera mano su opinión acerca de los productos, procesos, etcétera, y, por tanto, pueden ayudar a mejorar los productos, servicios y experiencia de cliente. Esto supone una ventaja competitiva real y sostenible.
Sin embargo, estos trabajadores que están “sobre el terreno” suelen carecer de acceso a la tecnología adecuada. Muchos trabajan en entornos con tecnología obsoleta y, por tanto, les resulta mucho más complicado compartir ideas, datos u opiniones con el resto de sus compañeros en la oficina. Además, como suelen realizar tareas repetitivas, es particularmente complicado para los líderes de negocio motivarles. Es el momento de que los directivos reviertan esa situación e incentiven un ambiente que permita a los empleados desarrollar mejor su potencial y sentirse más comprometidos con su organización. Los first line workers en España utilizan un 22% menos tecnología que sus compañeros que no lo son.
En España, los empleados que se sienten altamente motivados y empoderados en organizaciones con una cultura digital fuerte suman un 58%, 47 puntos por encima de los trabajadores que desarrollan su labor en empresas sin cultura digital. Respecto a la motivación, el 18,9% de los empleados españoles se siente altamente motivados/empoderado, porcentaje muy similar a la media de los países europeos.
“Aunque hay factores básicos que juegan un papel fundamental en la motivación de los empleados en su trabajo, el estudio muestra que la motivación puede cambiar dependiendo de en qué momento de su carrera estén. Para las generaciones más jóvenes, que están intentando establecerse, el crecimiento y el desarrollo son motivadores continuos en sus trabajos diarios. De la misma manera, los trabajadores con mayor trayectoria profesional se motivan más pudiendo compartir su conocimiento, habilidades y experiencia para beneficiar a otros. El impacto importa”, comenta Michael Parke, director del estudio.