Lexmark acaba de comunicar que abandona el negocio de la impresión de inyección de tinta, -dominado por HP y Canon-, y que eliminará 1.700 puestos de trabajo en todo el mundo, en un movimiento que busca conseguir unos ahorros de 95 millones de dólares al año.
La compañía, antiguamente spin-off de IBM, ha declarado en un comunicado que, pese a este abandono, continuará prestando consumibles, servicio y soporte a la base instalada de clientes.
Lexmark especifica que el recorte de empleo será aplicado fundamentalmente en las áreas de fabricación, desarrollo y soporte. En concreto, cerrará la fábrica que mantiene en Cebu (Filipinas) en 2015; un cierre que eliminará 1.100 puestos de trabajo. Los otros 600 provendrán una vez finalice el proceso de desarrollo de la tecnología de inyección de tinta, previsto para finales de 2013.
Por ello, asumirá un cargo antes de impuestos de 160 millones de dólares relacionado con la reestructuración, de los cuales 110 millones de dólares se contabilizarán en 2012 y el resto en los tres años siguientes.
El fabricante no descarta, de todos modos, poder vender esta unidad. A partir de ahora, se centrará en los negocios de Software Perceptivo y de Imagen; en los equipos multifunción para grupos empresariales; y en la gestión del flujo de trabajo.
