El segmento empresarial dominante en un país está directamente relacionado con el desarrollo de la Sociedad de la Información. Sin embargo, en España los niveles de informatización y tecnificación en las pymes son todavía muy bajos. Uno de los problemas más preocupantes radica en la escasa utilidad que las medianas y sobre todo pequeñas empresas, hacen de las nuevas tecnologías, porque todavía no existe una clara conciencia de su importancia para el crecimiento de su negocio. Estos fueron los aspectos más debatidos en la segunda mesa redonda de la jornada titulada “El reto de la pyme ante la Sociedad de la Información”.
En la primera intervención, Alfonso Arbaiza, director gerente de Fundetec, comenzó su presentación destacando la diferencia sustancial existente entre las pymes españolas y las europeas, porque, asegura que en cuanto a facturación y a número de empleados se refiere, la cifra es mucho menor en el caso español. La realidad de nuestro país es que existen cerca de 3 millones de pequeñas y medianas empresas con un importante volumen de masa laboral y que facturan millones de euros cada año, pero la penetración tecnológica es todavía muy escasa porque existe la tendencia a considerar que las tecnologías suponen un coste, no una inversión a corto y medio plazo. Además, el directivo destacó que “es necesario entender que en España tenemos una cultura de acercamiento, es decir, nos gusta el contacto físico. Sin embargo, en otros países europeos como puede ser Suecia por ejemplo, la mentalidad es completamente distinta y al no necesitar de esa proximidad y esa interacción que tenemos aquí, cuentan con una cultura electrónica mucho mayor, con herramientas tecnológicas como Internet en sus hogares”. Esto puede explicar en parte, los motivos por los cuales casi un 40 por ciento de pequeñas empresas españolas no implantan la factura electrónica, porque desean tener mayor contacto con sus clientes y entregársela personalmente.
El problema esencial es que el conjunto de la sociedad no es capaz de detectar las necesidades de negocio de cada pyme, con lo cual se hace muy complicado demostrar las ventajas que le reportaría a su actividad la tecnificación de sus procesos. Así, el director gerente de Fundetec apuesta por que las empresas TIC se preocupen por conocer a fondo las necesidades y requerimientos de cada sector de actividad para poder aportar soluciones concretas y adaptadas a sus exigencias. En este proceso es imprescindible la participación de todo el conjunto social, es decir, tanto los ciudadanos como las Administraciones Públicas, y la iniciativa privada deben involucrarse y comprometerse a construir una verdadera Sociedad de la Información. “Hay que entender el conjunto de las ideas de cada sector en particular y de la sociedad en general para que las empresas TIC y las fundaciones que estamos intentando impulsar la reducción de la brecha digital seamos capaces de aportar lo necesario para que esa brecha se cierre”, manifestó el responsable, al tiempo que apuntaba que
</em><br />En segundo lugar, tomó la palabra José Manuel Vilar, director gerente de Cepyme, quien centró su ponencia en la definición del concepto de pequeña y mediana empresa, así como en las claves para conseguir su informatización. El responsable comenzó explicando que en España existen 2,8 millones de pymes, de las cuales más de la mitad no tienen asalariados, por lo tanto promueven el autoempleo a quien ejerce la actividad. El resto está conformado por cerca de 1.350 millones de pequeñas y medianas empresas, de las cuales 760.000 suelen tener uno o dos empleados, y 285.000 que tienen entre tres y cinco trabajadores. Es decir, <em>“casi el 80 por ciento de las empresas españolas que emplean a trabajadores por cuenta ajena, no superan los cinco empleados”</em>, manifestó Vilar.
Siguiendo con algunas cifras que confirmen el estado del sector TIC en nuestro país, el director gerente de Cepyme aclaró que las telecomunicaciones, lejos de establecer una brecha tecnológica, se están convirtiendo en un arma de crecimiento y convergencia. Por lo que respecta a España, su mejor carta de presentación es la de ser la quinta del mundo en cuanto a porcentaje de abonados a Internet de banda ancha, y la decimocuarta por penetración de la telefonía móvil. Sin embargo, en cuanto a número de ordenadores por habitante, usuarios de Internet y servicios de alojamiento on line nos situamos por debajo de nuestra situación económica en la posición vigésimo primera en renta per cápita. <em>“Debemos concluir por tanto que Internet hace converger y España no está mal situada en este aspecto, a diferencia de lo que ha ocurrido en otras etapas de crecimiento tecnológico a las que nuestro país se incorporó tarde”</em>, explica Vilar. La internacionalización de las pymes es uno de los pilares sobre los que se apoya la competitividad y en ese sentido están estancadas en cuanto a exportación se refiere. Las empresas españolas han de centrar sus esfuerzos en el diseño, producción y exportación de bienes y servicios que aporten un valor añadido como clave para romper barreras tecnológicas.
Todavía son muchas las pymes que no son conscientes de las ventajas relacionadas con la competitividad y productividad que aportan las nuevas tecnologías. La mayoría de ellas sólo tienen en cuenta los costes que se derivan de su implantación, sin ser capaces de comprender sus beneficios a nivel empresarial. Por ello, Vila propone fundamentalmente tres medidas para atajar el problema y conseguir que las pequeñas y medianas empresas sean capaces de superar sus barreras mediante una alfabetización digital. En primer lugar, destacó la necesidad de <em>“extender el uso de la tecnología a través de un despliegue masivo de la infraestructura de banda ancha”</em>. Para conseguir este objetivo resulta indispensable la participación de la Administración Pública, que debe hacer un esfuerzo en I+D+i y emprender proyectos tecnológicos. En segundo lugar, se debe potenciar la producción y el consumo de las nuevas tecnologías. Sin embargo, el director gerente de Cepyme destacó por encima de cualquier otra opción, la formación como factor clave del despliegue tecnológico: <em>“debemos incidir en la educación y para ello hay que conseguir una estrecha colaboración entre Universidad y empresa”.<br /></em><br />Finalmente, Gonzalo Torralbo, director general adjunto de Asimelec, concluyó la mesa redonda resaltando los beneficios de las TIC al tiempo que dio su análisis personal sobre su grado de implantación en nuestro país. El directivo aseguró que las principales ventajas de las Tecnologías de la Información son la generación de nuevos empleos, innovación, oportunidades comerciales y el avance de las ciencias. Además, promueven el intercambio de fuentes de información y la generación de negocios en la Red. <em>“La incorporación de las TIC al ámbito de la empresa es el pilar básico para el desarrollo económico y social de un país”</em>, explicó Torralbo, quien además comentó que si se consiguiera llevar la digitalización a los hogares, habría una mayor cultura tecnológica en el ámbito empresarial. Para lograrlo, igual que su compañero Vilar, destacó la importancia de la formación desde los colegios: <em>“hay que fomentar la educación y el uso de ordenadores desde pequeños porque aumenta la sensibilización”.</em>
En el proceso para reducir la brecha digital es, sin duda, fundamental la participación de la Administración Pública, que, a través de planes como Avanza puede dinamizar y facilitar el desarrollo sostenido del sector. Pero además desde asociaciones como Asimelec no sólo se fomenta el uso de las nuevas tecnologías en las pymes que son miembro, sino también se enfoca a todos los sectores de actividad <em>“para que consigan una tecnificación al tiempo que aumentan su facturación”.<br /></em><br />Una de las principales dificultades en España es el de la convergencia tecnológica, que no está consolidada porque existen demasiados medios, redes y servicios heterogéneos. Pero estos sistemas necesariamente tienen que integrarse y ser un elemento aglutinador. Para Torralbo, este es uno de los futuros retos a los que hay que enfrentarse, porque la convergencia, en definitiva, equivale a crecimiento económico.
<em>“El sector empresarial dominante en un país está directamente relacionado con el desarrollo de la Sociedad de la Información”</em>, apunta el directivo de Asimelec. En el caso español cerca del 94 por ciento del volumen empresarial está constituido por empresas de menos de diez empleados o empresarios individuales. Tan sólo el 0,13 por ciento de las compañías españolas corresponde a grandes empresas (con más de 249 empleados), <em>“el problema es que las grandes y medianas empresas se han incorporado a la Sociedad de la Información con nuevos sistemas y herramientas, pero las microempresas no lo han realizado en la misma medida”.</em>
El principal handicap para la incorporación de la pyme a la Sociedad de la información se centra en el desconocimiento y la falta de información. Y es que el 62 por ciento de las pequeñas empresas no le ve utilidad a la tecnificación de sus procesos de negocio.<br />Torralba concluyó subrayando que es necesario <em>“involucrar a los gestores tecnológicos para la divulgación de las TIC, para ello se necesita imprimir una confianza”.</em> Asimismo, deberían aumentar el número de servicios en modo ASP, para convencer de la reducción de costes. Finalmente, se debe potenciar el desarrollo de tecnología nacional de calidad.