Lego da el salto al On Demand con IBM

La firma se ha embarcado en un proyecto e-business bajo demanda de la mano de IBM que le reportará ahorros de hasta un 30 por ciento en el ámbito de las infraestructuras.

Publicado el 12 Sep 2003

El fabricante de juguetes Lego se ha involucrado de pleno en la tendencia ‘bajo demanda’ marcada desde el plano de los fabricantes. Para ello, ha recurrido a la experiencia de IBM, uno de los pioneros de la industria en la introducción de este concepto.

Gracias a la colaboración con el Gigante Azul, la firma danesa se ha embarcado en un proyecto e-business bajo demanda que le reportará significativos ahorros -hasta un 30 por ciento- en el ámbito de las infraestructuras, con una modalidad de pago por uso. Además, el acuerdo suscrito tiene vigencia global.

Lego ha logrado consolidar toda la información y aplicativos contenidos en más de 220 servidores de HP y la extinta Compaq, en dos servidores eServer pSeries p690, cuatro servidores y 24 eServer xSeries x440, arropados por cuatro máquinas más de almacenamiento empresarial ESS. Paralelamente, toda la administración de este almacenamiento recae sobre software de Tivoli.

Una de las mayores ventajas que se espera conseguir con la consecución de este proyecto es una mayor flexibilidad, en el sentido de que ahora será posible reasignar e incrementar de un modo dinámico tanto la capacidad de proceso como la de almacenamiento, marcando las prioridades que en cada momento imperen. Esto quiere decir que el administrador de sistemas podrá activar o desactivar a su libre albedrío la capacidad de los equipos según los requerimientos.

Lego se aprovecha no sólo del pago por uso sino del incremento de la capacidad en los momentos de mayor necesidad. Así, Jan Amtoft, máximo responsable de tecnología de Lego, explica que estos momento pico se producen cuando “ejecutamos las conversiones de bases de datos dentro de nuestro propio centro de datos o del entorno data warehouse”, así como con las transacciones en entorno SAP, fundamentalmente en el principal periodo de producción, es decir, entre julio y noviembre, y de distribución, que va de septiembre a diciembre. Esto quiere decir que el momento más crítico para por los meses de octubre a noviembre, en los que antes “teníamos que adquirir más capacidad a sabiendas de que en enero estaría infrautilizada”, precisa, Amtoft.

Será en otoño cuando se concluya completamente la migración de las subsidiarias, si bien a finales de junio concluyó en el centro de datos principal.

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Redacción Computing

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