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Las transformaciones tecnológicas que redefinen la due diligence



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La evolución tecnológica impulsa desafíos en due diligence para las empresas, exigiendo estrategias para mitigar riesgos y mantener inversiones en sectores innovadores

Publicado el 16 dic 2024



La due diligence enfrenta nuevos retos con la evolución tecnológica acelerada

Qué es una due diligence

La transformación tecnológica sigue acelerándose, y con ella, los desafíos para inversores y empresas que operan en sectores en los que se intensifica el uso de la tecnología. Vaultinum anticipa las tendencias que definirán el futuro de la due diligence (proceso de investigación y análisis detallado que se realiza antes de una operación importante, como una adquisición, inversión o fusión) en las transacciones de alto contenido tecnológico durante 2025, y que abarcan desde las arquitecturas nativas en la nube hasta la IA ética y los despliegues escalables cliente-nube.   

A medida que la tecnología evoluciona a un ritmo sin precedentes, las empresas de capital riesgo que invierten en empresas tecnológicas se enfrentan al doble reto de seguir el ritmo de la innovación y protegerse contra posibles perturbaciones que podrían socavar los modelos de negocio y devaluar las inversiones en el momento de la salida.

Enfoque en arquitecturas nativas en la nube

El cambio de las empresas editoras de software de aplicaciones monolíticas tradicionales a microservicios y diseños nativos en la nube está redefiniendo los procesos de due diligence tecnológica. Estas arquitecturas son fundamentales para garantizar la escalabilidad, la flexibilidad y la eficiencia operativa.

Los negocios están evolucionando hacia diseños de software más modernos que pueden adaptarse y crecer fácilmente, en forma de soluciones nativas en la nube y arquitecturas de microservicios. Los inversores son conscientes de que la capacidad de una empresa tecnológica para escalar diferentes partes de su tecnología de forma independiente es un factor clave del rendimiento. Las soluciones nativas en la nube y las arquitecturas de microservicios dominan ahora los debates en la Due Diligence Tecnológica.

Dado que muchas empresas dependen de proveedores en la nube como AWS, Azure o Google Cloud, también se está convirtiendo en una prioridad para los inversores saber que pueden cambiar de proveedor en caso necesario, evitando depender demasiado de uno. Este enfoque también permite optimizar el coste de las suscripciones a la nube y generar importantes ahorros.

El uso de plataformas como Kubernetes está aumentando, ya que ayudan a las empresas a gestionar las diferentes partes de su software de forma flexible y eficiente. Esto garantiza que sus sistemas funcionen sin problemas y de forma fiable, algo que los inversores buscan ahora como señal de una configuración tecnológica sólida y estable.

Integración con IA ética y responsable

Con la inteligencia artificial convirtiéndose en parte integrante de las estrategias empresariales, la validación de la ética de las prácticas de IA ha pasado a ocupar un lugar central en la due diligence tecnológica. Los riesgos de parcialidad, opacidad y uso indebido ya no son teóricos. Además, el cumplimiento de las nuevas normativas sobre IA y la garantía de transparencia en la toma de decisiones, son preocupaciones importantes para los inversores.

¿Qué se analiza en una due diligence tecnológica?

Las empresas que utilizan la IA deben ser capaces de explicar y demostrar qué procesos aplican para comprobar y mitigar los sesgos en sus datos de entrenamiento y algoritmos.

Los inversores exigen herramientas y marcos que garanticen que las partes interesadas puedan explicar y comprender las decisiones sobre IA. Por lo tanto, se espera que una Due Diligence Tecnológica evalúe las herramientas y los marcos existentes y ofrezca una opinión sobre el nivel de riesgos al que está expuesta la empresa.

Revisar el origen y la procedencia ética de los datos utilizados para entrenar los modelos de IA es ahora un aspecto clave de la Due Diligence Tecnológica para garantizar el cumplimiento de los derechos de uso de los datos y las nuevas normativas mundiales sobre IA.

Escalabilidad en los despliegues de plataforma en la nube del cliente (PCC)

En la actualidad, muchas empresas utilizan plataformas en la nube como AWS, Azure o Google Cloud para ejecutar su software o usan entornos en la nube privados (internos). La creciente dependencia de estos entornos gestionados por el cliente ha llevado la escalabilidad y el rendimiento de los proveedores de plataformas al primer plano de la Due Diligence Tecnológica. Las herramientas de infraestructura como código (IaC) y las referencias de rendimiento se están convirtiendo en elementos no negociables para las evaluaciones de due diligence.

Compatibilidad entre nubes: ¿puede el software funcionar sin problemas en diferentes proveedores cloud (AWS, Azure, Google Cloud, etc.) o cambiar entre ellos si es necesario? Esta flexibilidad es importante para evitar quedar atrapado en un solo proveedor.

Herramientas de automatización: herramientas como Terraform y AWS CloudFormation se utilizan para configurar y gestionar automáticamente el software en diferentes entornos de nube. Garantizan que todo funcione de forma coherente, independientemente de dónde se despliegue.

¿Qué analiza una due diligence tecnológica?

La Due Diligence Tecnológica evalúa ahora las plataformas por su capacidad para funcionar sin problemas en AWS, Azure, GCP y entornos de nube privada o para migrar de un proveedor a otro. Esta flexibilidad es importante para evitar quedar atrapado en un solo proveedor.

Herramientas como Terraform y AWS CloudFormation se utilizan para configurar y gestionar automáticamente el software en diferentes entornos de nube. Garantizan que todo funcione de forma coherente, independientemente de dónde se despliegue. La Due Diligence Tecnológica evaluará si estas herramientas están implementadas y si funcionan de manera eficiente.

Los inversores esperan referencias de rendimiento claras en condiciones de carga variadas, incluidos picos de tráfico y escenarios de procesamiento intensivo de datos. Esto se comprueba utilizando pruebas de rendimiento, que permiten verificar que el sistema puede manejar estos escenarios.

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