Aunque no hay mucha concreción por el momento, las grandes tecnológicas han entrado en una etapa de conservadurismo y están anunciando recortes de plantilla, o al menos una ralentización de la contratación de nuevo personal, como le pasa a Google. De esta manera el sector tecnológico se prepara para un tiempo de incertidumbre económica que podría tener su epicentro el próximo otoño.
De Twitter a Netflix, pasando por Oracle y Microsoft, son varias las compañías que en las últimas semanas han hecho pública su intención de aplicar tijera a su nómina. En el caso de Oracle, el objetivo es reducir los costes en 1.000 millones de dólares. El personal que trabaja en marketing para sistemas de software que automatizan las funciones de atención al cliente y comercio electrónico se encuentra entre los que corren el riesgo de perder empleos.
Microsoft ha dicho que su ajuste afectará a menos del 1% de su plantilla mundial, que está en 180.000 personas en todo el mundo. En el caso del gigante de Windows, no hay idea clara de dónde será aplicado el recorte (ni por geografías ni por divisiones). El anuncio llega después de que, a principios de junio, Microsoft revisara a la baja sus expectativas de negocio debido, entre otras cosas, al impacto de las fluctuaciones de divisas, con un euro que, por ejemplo, se ha puesto a la par de dólar por primera vez en su historia.
Pero no queda ahí la cosa. Twitter y Tesla han anunciado recientemente despidos. Y firmas como Spotify, Uber, Snap, Nvidia, Intel o Salesforce también han hecho pública su intención de bajar el ritmo de contrataciones. El caso de Google es significativo. Después de contratar a nada menos que 10.000 empleados en el segundo trimestre de 2022, el CEO de la compañía, Sundar Pichai, ha enviado una carta a los empleados asegurando que el incremento de la plantilla en el buscador será menor en lo que resta de año. Pichai asegura que ni Google es inmune a la incertidumbre económica global.