Las compañías europeas tienen problemas para mantener el ritmo de los cambios impulsados por las tecnologías. Y es que hasta un 82% de los trabajadores en Europa afirma que la forma en que trabajan está obsoleta y que eso les impide ser tan efectivos y eficientes como podrían llegar a ser. Esto afecta negativamente a su capacidad para aumentar los ingresos y los beneficios y satisfacer las necesidades de sus clientes en el futuro, de acuerdo con un estudio dado a conocer por Ricoh.
El informe pretende indagar en las mejores formas de responder a los desafíos que plantea un entorno de trabajo cada vez más global, móvil y colaborativo. De acuerdo con los encuestados, la solución va más allá de la mera adopción de nuevas tecnologías y herramientas de colaboración. Sólo un uno por ciento de los empleados mostró su satisfacción por el uso de herramientas de colaboración, y un cuatro por ciento afirmó que la mejor forma para mejorar los procesos en los que trabajan es invertir en la última tecnología. En vez de esto, los empleados recomendaron que se realicen más revisiones regulares de su forma de trabajar y que un mayor apoyo desde el nivel ejecutivo es necesario para impulsar cualquier mejora en los procesos documentales críticos que se realizan principalmente en departamentos como el de finanzas, recursos humanos y compras.
El estudio también revela una notable diferencia entre la percepción entre el nivel ejecutivo y la realidad que experimentan los empleados en su trabajo. Más del 90% de los directivos y ejecutivos de nivel C encuestados mencionaron que recopilan regularmente las opiniones y comentarios de sus empleados y que ofrecen formación sobre nuevo hardware y software implantado en sus organizaciones.