IESE Business School y la Fundación I+E Innovación España presentan el informe “El cambio hacia una España innovadora. El impulso de las multinacionales”, que tiene por objeto realizar un análisis de la posición de España en materia de innovación, comparándola con los países más avanzados, y formular una serie de medidas que se recomiendan para impulsarla.
Ventajas comparativas, desventaja general
De acuerdo con las conclusiones del informe, España presenta una serie de ventajas comparativas, entre las que destacan el número de científicos e ingenieros bien formados; el volumen de exportaciones de productos de media y alta tecnología; y las ventas derivadas de la innovación en productos.
España es uno de los pocos países europeos que entre 2008 y 2015 disminuyó inversiones y recursos en I+D+i.
Sin embargo, se refleja una patente desventaja con respecto a otros países de Europa Occidental, Estados Unidos y Japón, como es el hecho de ser uno de los pocos países europeos que entre 2008 y 2015 disminuyó inversiones y recursos en I+D+i. En consecuencia, la posición actual de España no se corresponde con su PIB per cápita. El desajuste se hace más patente en lo que se refiere a inversión privada en I+D+i, que, según los autores del estudio, es la que ha demostrado ser más eficiente.
En este sentido, y de cara a estimular la inversión privada, el informe considera fundamental la aportación de las multinacionales extranjeras que operan en España. Actualmente son responsables del 35,2% de la inversión privada que se realiza en I+D+i en el país, situándose en una posición intermedia entre los países de la OCDE en este concepto. Entre las formas en que las multinacionales contribuyen a la innovación, se destaca el hecho de mantener en España centros de excelencia en I+D a nivel mundial; la generación de empleo de calidad en I+D; y la conexión con redes mundiales de I+D que estas compañías facilitan.
Abunda el informe en el gran margen de mejora que tiene España por delante, Para ello, sugiere potenciar, además de la inversión en I+D+i, la calidad de las instituciones científicas, la calidad de la educación en ciencias y matemáticas, la protección de la propiedad intelectual, las leyes relativas a la investigación científica y la cooperación tecnológica.
“A la vista de las conclusiones del informe del IESE, en España necesitamos un verdadero proyecto de país, basado en el mayor consenso posible, que acometa las políticas inaplazables en materia de innovación, industrialización, educación y empleo, y que contemple el cambio de modelo económico y productivo”, señala Helena Herrero, presidente de la Fundación I+E.
Pascual Berrone, profesor de Dirección Estratégica del IESE y autor del informe señala: “Para obtener una estrategia exitosa de I+D en España es fundamental la colaboración entre todos los actores sociales involucrados: gobierno, empresa y academia. La responsabilidad es colectiva. Y solo se obtendrán resultados satisfactorios si se cumplen dos condiciones: primero, que exista acuerdo en la dirección que España debe tener en materia de innovación; segundo, que cada parte cumpla con su compromiso con responsabilidad.