El ejercicio fiscal de 2013 para Dell ha estado marcado por los buenos resultados alcanzados en el ámbito empresarial, gracias a las ventas de servidores y networking, que han aumentado un 11%, y a las adquisiciones de software, notablemente la de Quest, que ha ayudado a impulsar la facturación. Sin embargo, el negocio de consumo ha permanecido estanco.
La compañía, que se encuentra en medio de una operación de privatización, que no termina de cuajar ante la oposición de sus principales accionistas, ha cerrado el año con unas ganancias de 2.370 millones de dólares (un 24% menos que en 2012), tras haber facturado en total 56.940 millones, un 8% menos que el año anterior. En cuanto al cuarto trimestre, las ventas han bajado un 11% al haber sumado 14.310 millones de dólares. No obstante, han sido bastante superiores a lo que Wall Street esperaba pues había estimado unos ingresos trimestrales de 14.120 millones.
Debido a la incertidumbre de su futuro como compañía, Dell no ha facilitado ninguna previsión para el año fiscal de 2014. No obstante, sí ha avanzado que en su primer trimestre se llevará a cabo una reestructuración en las unidades de negocio. Ahora, las divisiones serán: Grupo de Soluciones Empresariales, Software, Servicios e Informática para Usuario Final.
