La virtualización de los servidores estándar aporta valor a los clientes

Alfonso Ramírez, director general de VMware para España y Portugal.

Publicado el 22 Jun 2007

¿Podría hacer una valoración de los nueve años de VMware en el mercado?
El caso de VMware es espectacular, es una de las compañías de software con ratio un de crecimiento más fuerte de la historia. Es curioso que la tecnología de virtualización ya se venía utilizado durante décadas en los grandes sistemas. Unos ingenieros en Standford vieron el valor de poderla usar con los PCs, y a partir de ahí surgió VMware.

El producto inicial fue un éxito y lo utilizaba gente muy técnica para facilitar el desarrollo. Luego vino el gran punto de inflexión que fue llevar la tecnología a entornos críticos de producción virtualizando servidores estándar x86. En el año 2004 EMC adquiere VMware manteniéndola como una subsidiaria independiente.

Desde mi punto de vista, es un caso de escuela de negocio, donde una gran compañía en el mundo de TI decide dar un respaldo estratégico a VMware facilitando su desarrollo con una estrecha colaboración con otras compañías como IBM y HP que son competidoras en otros negocios.

El término coopetición es habitual en el mundo de TI, donde compañías cooperan en unos negocios y compiten en otros. Hoy nadie duda de las profundas implicaciones de la virtualización de servidores estándar, y el valor que aporta a los clientes y el nuevo mercado que se está creando.

¿Cómo ha sido la evolución de la compañía en España?
La evolución de la filial española ha sido muy positiva. Aunque no desglosamos cifras por filiales, estamos consiguiendo unas tasas de crecimiento por encima de la media de la compañía.

Todos los grandes clientes: Telecomunicaciones, Finanzas y sector público son grandes consumidores de virtualización en nuestro país. La pyme tiene también una excelente oportunidad de reducción de costes a través de servicios de hosting de máquinas virtuales.

Hoy en día, la virtualización es una tecnología imparable. ¿cuáles son sus ventajas?
El primer beneficio muy claro es un ahorro de coste tremendo, entre un 30 por ciento y un 70 por ciento de los costes de operación. Se emplean menos procesadores, tarjetas de red, memoria, etc. Además, ese ahorro es de espacio y energía eléctrica.

Aunque el despilfarro de esa energía es tenido en cuenta por el sobrecoste que representa, todavía no existe una conciencia generalizada de que no nos podemos permitir hacer estas cosas. Si lo vemos en términos medioambientales, un CPD sin virtualizar es algo tremendamente sucio, se tienen servidores al cinco por ciento de uso generando CO2 en última instancia.

Por ejemplo, un cliente que tenía 1.503 servidores que consumían 1,05 Megawatios, al virtualizar los primeros 419 servidores vio cómo el consumo de electricidad había bajado en 250,7 Kilowatios. Existen otros beneficios que los clientes consideran más importantes que los ahorros de costes. El primero es la velocidad de despliegue de nuevas aplicaciones que pasa de semanas a horas, con el impacto que tiene en la respuesta de la empresa al negocio. El segundo es la mejora de la disponibilidad y, por tanto, la garantía de servicio.

¿Qué aporta la virtualización a los departamentos de TI?
Sin duda, la virtualización aporta transformaciones muy importantes, al mismo tiempo que cambia la posición de poder de algunas compañías en este mercado. Los servidores estándar han proliferado masivamente en la última década por dos motivos.

Uno es el éxito de llevar aplicaciones a este entorno con menores costes. Los servidores se despliegan porque alguien ha decidido desplegar una aplicación y ésta requiere que se haga sobre Windows o Linux. Eso está bien, pero el problema es que el sistema operativo está tan íntimamente unido al hardware, y si esa aplicación no puede usar más del 5 por ciento del hardware, el 95 por ciento se queda sin utilizar.

Así, se ha producido la locura de comprar más y más servidores, cuando los que se habían comprado no llegaban ni al 10 por ciento del uso. La virtualización revoluciona esta situación porque rompe esta rigidez, y el cliente puede desplegar todas las aplicaciones que desee hasta hacer un uso eficiente de su hardware.

Además, las despliega competitivamente, de la forma que más le conviene en cada momento, sin tener que tener ese condicionamiento del sistema operativo que debe elegir.

¿Cuál es su cuota de mercado en nuestro país en el mercado de virtualización?
No dispongo de ningún informe que publique esas cifras. En el entorno de crítico de producción prácticamente no se usa ninguna otra tecnología para virtualizar. La opción es seguir utilizando servidores físicos. Estimamos que todavía no se habrá virtualizado ni un tres por ciento de los servidores físicos, por lo que el mercado es tremendo.

¿Qué referencias tienen en España?
Hemos publicado algunos casos de éxito como Caixa Galicia y Santa Lucía. Hay otros clientes que han relatado en público su experiencia con VMware como Telefónica Móviles, MAPFRE o el Banco de España.

Aunque Gartner o IDC hablan del buen momento de este mercado, ¿está observando barreras para su adopción?
Las barreras son las normales que se producen a la hora de introducir una nueva tecnología. Hay que aprenderla, perderle el miedo haciendo un primer piloto. No tenemos un solo cliente que haya dado esos pasos y no siga.

¿A qué se debe que EMC haya decidido sacar a Bolsa el 10 por ciento de VMware?
VMware es una historia de éxito sin parangón. Creemos que al sacarse a Bolsa, el mercado establecerá un precio de estos activos superior al que tiene hoy. Así, el valor de ese 10 por ciento permitirá reflejar el valor adecuado del otro 90 por ciento.

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Redacción Computing

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