La prudencia, consigna de la empresa

El año pasado titulábamos La empresa afianza su mentalidad inversora. Esta afirmación se matiza a la luz de los presupuestos reflejados por CB Consulting. Las cifras han disminuido, pero ello se puede traducir en una lectura expectante.

Publicado el 21 Feb 2001

En cuanto a los servicios, estos acusan una bajada respecto a los presupuestos para 2000, acaparando un 20,5 por ciento. Además, todo hace indicar que ésta será la tendencia, al menos a corto plazo, dado que el 27,5 de las empresas consultoras no tiene previsto invertir absolutamente nada y el 17,9 por ciento únicamente destinará entre el uno y el diez por ciento a este ámbito. Esta cifra sorprende a la luz de los últimos movimientos realizados por los suministradores de TI que, cada vez más, acostumbran a reforzar sus áreas de servicios profesionales para ofrecer soluciones completas.

Sin embargo, el dato que mayor preocupación despierta es la falta de concienciación por parte de la empresa de la relevancia que las comunicaciones suponen en el entramado de un negocio. Así, un 16,7 por ciento de las empresas no dedicarán absolutamente nada del presupuesto a esta área, lo que, salvo que sea consecuencia de un equipamiento satisfactorio en la actualidad, ya les pasará factura según transcurra el inicio del tercer milenio -sobre todo si se están invirtiendo en proyectos CRM en los que no sólo participa el software, sino que las comunicaciones y la integración de todos sus canales juegan un papel crucial-. En lo que se refiere al hardware y al software, un 11 y un 13,4 por ciento de las empresas respectivamente no desviarán nada de sus presupuestos a estos apartados, lo que no parece ser especialmente preocupante.

A decir verdad, la poca preocupación por el área de las comunicaciones es más bien producto de que realmente hoy por hoy no son tan necesarios, sobre todo dadas las cifras relacionadas con los negocios electrónicos -apartado éste, también nuevo en el informe-. Sólo un 4,3 por ciento de media es el correspondiente al presupuesto destinado al e-business desde las empresas españolas, lo que dice poco a favor de la globalización y del desarrollo de la nueva economía en el país. Aunque el fenómeno se trata con detalle más adelante, esta poca atención que se guarda para con los negocios electrónicos es uno de los factores de mayor peso para que las comunicaciones apenas sí reciban atención en los presupuestos para 2001. Otra de las cifra ilustrativa al respecto es el abultado 38 por ciento de las empresas entrevistadas que sólo esperan dedicar partidas de entre el uno y el diez por ciento del total a la comunicación.

Dado el elevado número de empresas que rehúsan invertir en el área de servicios y su bajada respecto a los datos aportados por la encuesta de CB Consulting al año anterior, este apartado merece una lectura más profunda. Como cabía esperar a la luz del crecimiento de los montantes dedicados a software, el mantenimiento de éste, con un 21,8 por ciento, ya ha superado al del hardware, hecho que el año pasado sucedía a la inversa.
No obstante, no ha sido éste el único movimiento registrado en el subsector de los servicios; la consultoría ha pasado a ser la tercera preocupación de las empresas, desviando un 13,3 por ciento de la cantidad total dedicada a servicios. Uno de los principales detonantes de esta situación podría ser la ingente cantidad de proyectos ligados a Internet y a los negocios electrónicos -ya sea entre empresas o de empresa a usuario final- que las compañías esperan poner en marcha pero para los cuales no disponen de los conocimientos necesarios, por lo que han de solicitar los servicios de terceros. Sin embargo y remitiéndonos de nuevo a las cifras de presupuestos ligados a los negocios electrónicos, hemos de descartar esta posibilidad, fijando el punto de mira en implantaciones de proyectos CRM, por ejemplo, en los que la labor de consultoría es clave, puesto que puede llegar a cambiar un tanto el proceso de negocio para optimizar todas las funcionalidades entre los diferentes departamentos. El desarrollo de software apenas sí ha subido, un 13,1 por ciento respecto al 12,8 por ciento del año pasado, puesto que los fabricantes son cada vez más dados a proporcionar soluciones completas con los proyectos llamados de llave en mano, es decir, que prácticamente ya no es necesario solicitar a una empresa el desarrollo de software (herramientas o aplicaciones) porque éste viene incorporado con el hardware que se adquiere. No olvidemos que por primera vez el presupuesto dedicado a software casi supera al de hardware.

Otro punto que llama especialmente la atención es la autosuficiencia de las empresas que sólo esperan destinar un 6 por ciento del total de servicios a externalizar alguna de las actividades, cifra que ha bajado 0,3 puntos porcentuales respecto a 2000, que había doblado la cifra de 1999. De este dato se desprende que la tendencia creciente a nivel europeo de recurrir al outsourcing de actividades no ha calado lo suficiente en nuestro país a pesar de los enormes beneficios que se derivan de su puesta en práctica según sus principales defensores y, por lo pobre de las cifras, cuando se realiza probablemente no afecta a ninguna área especialmente crítica, sino más bien a puntos como el mantenimiento.

Otro dato bastante concluyente que aporta la encuesta realizada por CB Consulting sobre los presupuestos dedicados al inicio del siglo XXI es la proporción de partidas en relación con el número de empleados. Es precisamente en este punto donde sobresale el sector Finanzas que con un 0,9 igual el ratio alcanzado el año pasado. A continuación le sigue la Administración que ha incrementado notablemente su ratio pasando del 0,2 de 2000 al 0,8 del presente año. Servicios se mantiene con el 0,4, al igual que Industria con un 0,2. El análisis se completa con el leve crecimiento de 0,2 del sector de la Distribución, que ayuda a alcanzar el 0,3 de ratio medio, idéntica cifra que el ejercicio pasado. De estos datos se extrae que tanto Industria como Servicios no han resuelto las carencias que venían arrastrando desde el año pasado, aunque curiosamente Industria es el segundo sector, tras la Administración, que más espera incrementar su presupuesto informático para 2001.
Este año, a decir verdad, se han destinado menos partidas presupuestarias para el ejercicio que viene de lo que se hizo en 1999. Tanto es así que mientras la media del año pasado, con indecisos incluidos, alcanzaba los 135 millones de pesetas, este año únicamente se espera que la cifra de inversión para el año 2001 se sitúe en los 100 millones de pesetas. Estas cifras no parecen deparar un futuro muy prometedor en lo que se refiere a la reducción de la distancia tecnológica del resto de los países europeos; además, si atendemos a los datos excluyendo a los indecisos, para el año que viene sólo se esperan 141 millones de pesetas, 13 millones menos que el año pasado. Sin embargo, tampoco es necesario precipitarse aventurando una caída de la inversión sino, más bien, cierta cautela por parte de las compañías que han atravesado una etapa de buenos resultados y se hallan expectantes ante los acontecimientos que deparará el tercer milenio, con cambio a la moneda única incluido. Prueba de ello son los resultados de índices claros de una buena predisposición al progreso como, por ejemplo, la evolución del presupuesto. En este sentido, el 47,4 por ciento de la muestra asegura que la partida va a ser mayor que la destinada el año anterior, lo que da una idea bastante clara de la actual situación del sector. Estrechamente ligado a este indicador, aparece el 33,5 por ciento de las empresas consultadas que prevé unos presupuestos similares a los realizados el año pasado, y eso que la cautela está presente y existen muchas incertidumbres económicas respecto a la inflación. Un poco significativo 19,1 por ciento -menos de una quinta parte- cree que invertirá menos que a lo largo de 2000. Este último dato cabría esperarse que fuera mayor dado que la liberación de los planes de contingencia y adaptaciones al año 2000 realizados durante 1999 dieron lugar a la puesta en marcha el año pasado de multitud de proyectos. En cualquier caso, el hecho de que más del 80 por ciento espere gastar más o igual que en el año pasado da motivos para el optimismo. El año pasado el porcentaje de empresas que esperaban un mayor presupuesto ascendía a un 46,8 por ciento, luego la cifra no sólo se mantiene respecto al presupuesto del 2000 sino que además se incrementa ligeramente. Además, la cifra de los que tienen previsto dedicar menos montante para 2001 también se ha visto reducida, puesto que el año pasado se situó en un pesimista 29 por ciento.
Por sectores, la Administración Pública es la que espera que su gasto sea mayor, con un 65,4 por ciento, seguido de la Industria que con un 49,7 por ciento se sitúa en la segunda plaza. El sector que menos espera superar los presupuestos realizados durante el año pasado es el de Servicios, con un 41,8 por ciento. En este sentido, se observa una buena predisposición por parte de la Administración que continúa su ardua empresa por alcanzar horizontes como el de la ventanilla única en todos los niveles, esto es, central, autonómico y local. Paralelamente, la Industria parece realizar un esfuerzo inversor por ponerse al día en su infraestructura tecnológica y, dados el resto de resultados -pobre inversión en comunicaciones y e-business- lo más sencillo es pensar en la implantación de proyectos ERP (Enterprise Resources Planning) y CRM (Customer Relationships Management), éstos últimos sobresaliendo sobre los primeros dada la preocupación por el problema de no sólo captar sino, además, retener a los clientes. En cuanto a Servicios, ya el año pasado no presentaba una disposición muy receptiva a la incorporación de las nuevas tecnologías con un ratio de presupuesto por empleado del 0,4 por ciento.

Por otro lado y atendiendo a la distribución del presupuesto, este año hemos incluido un área más, las comunicaciones, dada la enorme importancia que está adquiriendo en el desarrollo de la actividad de toda empresa, incluso, independientemente de si está ligada o no a los negocios electrónicos. Este apartado absorbe el 14,9 por ciento de los presupuestos medios del total, cifra que sin duda alguna se verá incrementada en los próximos años, a medida que se afiance aún más el tejido empresarial en la nueva economía. El hardware, por su parte, continúa constituyendo el plato fuerte de las partidas previstas para 2001, con un 33 por ciento, no en vano cerca del 41,6 por ciento de las empresas encuestadas esperan que entre el 21 y el 50 de su presupuesto total se dirija hardware. Sin embargo y con respecto a los años anteriores, el software, representando un 31,6 por ciento ha escalado posiciones y ya no queda tan distanciado del hardware. Eso sí, a nivel global, se observa una progresiva disminución en los presupuestos dirigidos al hardware, mientras que parece ser el software el que se adapta al hardware y, para ello, cambia con mayor rapidez, dado que año a año va aumentado el montante que se le dedica.

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Redacción Computing

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