A partir del próximo mes de mayo de 2001, y como consecuencia de la formalización de un contrato de outsourcing, la empresa vasca Ibermática asumirá el control de la prestación de servicios informáticos en la
Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), que dan servicio a alrededor de 5.000 usuarios.
El acuerdo, formalizado para seis años y valorado globalmente en 171 millones de euros (28.450 millones de pesetas), prevé la prestación de la mayor parte de los servicios informáticos internos de la organización, entre los que destacan la gestión del Centro de Proceso de Datos (Vallecas) o el desarrollo y mantenimiento de las aplicaciones utilizadas. La ONCE conservará, por su parte, la capacidad para administrar las labores de I+D, tanto del juego en sí como de la tiflotecnología (aplicaciones adaptadas a la ceguera y otras deficiencias visuales).
José Luis Larrea, presidente de Ibermática, explicó a COMPUTING España que esta operación representa la venta de los activos informáticos de la ONCE a Ibermática, además del traspaso de los 120 trabajadores (especialistas en informática) que, hasta el momento, llevaban a cabo este tipo de tareas dentro de la ONCE, y que supone el 0,45 por ciento de la plantilla total de empleados de la institución. Larrea aseguró formamos parte de un proyecto conjunto, en donde el grado de confianza es elevado y existe voluntad mutua de desarrollo personal y profesional. En este caso concreto, Ibermática ha desarrollado una filosofía novedosa de outsourcing que, conocida como outsourcing de club, consiste en la realización de este tipo de tareas para un número reducido de clientes de gran tamaño, lo que proporciona un equilibrio entre la atención personalizada y el ahorro de costes por volumen de servicio.
Fuentes de la ONCE han asegurado que la decisión de externalizar sus servicios informáticos tiene un marcado carácter estratégico para la organización, ya que Ibermática, compañía en cuyo accionariado participa la ONCE con un 10,5 por ciento del capital desde hace escasamente tres meses y con la que trabaja hace más de un lustro, está en disposición de garantizar que la tecnología utilizada en todo momento sea de vanguardia. La ONCE reconoce que el continuo cambio que se produce en las herramientas informáticas, junto con el desarrollo tecnológico que la organización deberá afrontar en los próximos años para afrontar las nuevas necesidades de sus afiliados y las modificaciones del cupón y otros juegos tanto presentes como futuros, han aconsejado el traspaso de la gestión a una firma especializada.
Desde la perspectiva de Miguel Carballeda, director general de la ONCE, con esta operación se ha tratado de poner los medios para evitar que las nuevas tecnologías se conviertan en un handicap importante para las personas discapacitadas. Necesitamos compartir herramientas y tener acceso, en igualdad de condiciones, a la información y la cultura.
