La iTV abre perspectivas positivas al incipiente B2C

El t-commerce generará en 2006 una cifra de negocio de 44.700 millones de dólares y, junto a éste, emergerán nuevos dispositivos especialmente adaptados a estos avanzados servicios.

Publicado el 16 May 2001

Mientras que el mercado B2B evoluciona en general conforme pronósticos optimistas, en los últimos meses el B2C no ha vivido sus mejores tiempos y se ha creado, con el derrumbe de numerosas iniciativas en este ámbito, un ambiente general de expectativas insatisfechas. Ciertamente, existen consumidores, especialmente en Europa, que se siente defraudados por un servicio al cliente de baja calidad y la existencia de fallos en la distribución de las mercancías.

En este sentido, la consultora de Ovum, Katharina Grimme, explica que muchas dotcom han fracasado o se encuentran en una situación de pérdidas debido a determinadas debilidades en sus modelos de negocio, en concreto, carecen de una experiencia de marca y de las avanzadas estrategias de marketing propias a las compañías tradicionales.

Si además se tienen en cuenta ciertos desgraciados acontecimientos relacionados con la seguridad on line, es patente que el momento actual no es el paraíso que muchos pronosticaban hace apenas un año. Sin embargo de acuerdo con Grimme, las perspectivas para el B2C son positivas, aunque son las compañías tradicionales las que se encuentran mejor situadas para crear nuevas oportunidades a lo largo de este año. Veremos compañías, que serán mayoritariamente jugadores tradicionales, moviéndose más allá de los primeros estadios de tentativa al tiempo que utilizarán sus fuertes imágenes de marca para ampliar su presencia en el mundo on line.
Pero en este escenario también es observable otro fenómeno. Algunas conocidas firmas tradicionales han elegido nuevas marcas a la hora de lanzar sus ofertas en Internet. No quieren que sus marcas se vean perjudicadas por determinados fallos, en caso de que éstos se produzcan en los primeros momentos de oferta de nuevos servicios, explica Grimme.

Si a este panorama se suma el potencial de la televisión digital, las perspectivas que se abren son aún más positivas. De acuerdo con los últimos pronósticos de Ovum, el comercio electrónico a través de la televisión, el denominado t-commerce, experimentará un rápido crecimiento. Mientras esta modalidad comercial alcanzará en 2001 un valor a nivel mundial de 58 millones de dólares, en 2006 esta cifra habrá aumentado hasta los 44.700 millones de dólares, con América de Norte aportando 20.000 y Europa 13.500 millones de dólares.

La televisión digital y el comercio móvil significan grandes oportunidades pero también constituyen enormes retos, afirma Grimme, quien considera que la expansión de ambos será muy rápida, aunque hay que tener en cuenta que se dirigen a un usuario con unas características diferentes a las de aquel que accede a Internet a través del PC. La televisión digital, por ejemplo, es ideal para el lanzamiento de ofertas directamente relacionadas con los contenidos publicitarios o de programación, como por ejemplo, ofrecer la posibilidad al usuario de adquirir un CD una vez visto que haya visto su vídeo en determinado canal musical. De hecho, y debido a la estrecha relación existente entre la vida y la televisión, junto a los nuevos servicios de t-commerce emergerán nuevas tecnologías en el paisaje de la conectividad PCs, PDAs y dispositivos móviles, relacionados con los nuevos servicios televisivos.

De nuevo, vuelve a ser los jugadores ya establecidos los mejores situados para aprovechar las posibilidades del t-commerce. La mayor parte del valor será capturado por los agentes ya existentes a pesar de que los reguladores ofrezcan incentivos a nuevos entrantes, señala Grimme.

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Redacción Computing

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