Debido en gran parte a la aparición y la consolidación de los sistemas de intranet y por otra al nacimiento y la rápida expansión y aceptación de una nueva cultura empresarial, la comunicación interna está convirtiéndose en una de las claves estratégicas en el complejo interior de las corporaciones. Mientras los directores comienzan a asumir el imperativo de convertirse en líderes, los empleados se han convertido en clientes de enorme valía para su propia empresa, una situación que para su mantenimiento y completo aprovechamiento requiere del establecimiento y desarrollo de fórmulas avanzadas de comunicación interna.
Los miembros de los diferentes equipos que conforman el entramado empresarial deben conocer no sólo la filosofía y objetivos de la empresa, sino también cómo son valorados, qué se espera de ellos y cuáles son los medios que la compañía pone a su disposición para alcanzar sus metas.
A fecha de hoy es constatable que las organizaciones empresariales se han dado cuenta de la importancia y de las ventajas asociadas a la puesta en marcha de una desarrollada política de comunicación interna. Así se muestra en el segundo Estudio de Comunicación Interna, realizado conjuntamente por Inforpress y Capital Humano sobre una muestra de 62 grandes empresas con sede en Madrid o Barcelona, y en el que se recoge el destacable dato de que casi 3 de cada 4 empresas ya disponen en la actualidad de un departamento de comunicación interna, frente al 56 por ciento del estudio anterior. Aunque todavía la mayoría de estos específicos departamentos dependen de otro, generalmente del de Recursos Humanos, comienza apreciarse un movimiento hacia la independencia que ha llevado a establecer un departamento únicamente encargado de estas tareas al 18 por ciento de las firmas encuestas.
Una de cada 10 empresas entrevistadas ha puesto en marcha este departamento este mismo año y 6 de cada 10 hace menos de 5 años. También es un síntoma patente del incipiente aumento en la importancia otorgada a este departamento que a día de hoy éstos son mayoritariamente unipersonales, disponen de un presupuesto bastante limitado y cuentan con pocos recursos externos (sólo el 48 por ciento de las firmas encuestadas trabaja con asesorías de comunicación externa).
En cuanto al presupuesto que las empresas dedican a la comunicación interna, éste todavía es reducido pero se comienza a apreciar su aumento. Mientras que 8 de cada 10 empresas reconocen que han incrementado el volumen presupuestario en este ámbito, sólo el 10 por ciento de las firmas entrevistadas dedican más de 20 millones a la comunicación.
Resulta muy positivo que, como se recoge en el estudio, el 55 por ciento y el 41 por ciento de las empresas participantes consideren muy y bastante estratégica respectivamente la comunicación interna.
Con relación a las herramientas más utilizadas para desarrollar las funciones asociadas a la comunicación interna, es apreciable el despegue de los medios digitales (revistas electrónicas…) complementariamente a la intranet, utilizada por un 61 por ciento de las firmas entrevistadas, pero todavía los medios tradicionales (tablón de anuncios, eventos internos, hojas informativas, buzón de sugerencias…) siguen predominando.
A pesar de que la relación personal sigue siendo la fórmula favorita para desarrollar los procesos de comunicación interna (72 por ciento), es significativo que aunque por una aún pequeña diferencia la sea la digital (24 por ciento) por delante de los medios escritos (21 por ciento) y audiovisuales (11 por ciento).
Sólo el 5 por ciento de las empresas participantes en el estudio considera muy satisfactoria la comunicación interna dentro de su empresa, expresando el mayor porcentaje (52 por ciento) un sentimiento medianamente satisfactorio.
Las carencias a subsanar son tres principalmente y atañen especialmente a la dirección de las compañías. Aún sólo el 18 y 53 por ciento de los encuestados manifiesta que se siente mucho y bastante informado sobre la filosofía y los objetivos de la empresa, y, lo que resulta claramente contraproducente, un 43 por ciento considera que los directivos todavía están un poco alejados.
En este sentido, el avance que se ha producido en los últimos años es alentador. Las capacidades de participación, comunicación y recepción, propias del liderazgo, avanzan en el ranking (32-40 por ciento).
Ante el avance en la utilización de los medios digitales, en especial de la intranet, hay que poner especial atención a los peligros que puede conllevar el imperfecto despliegue de éstos, ya que si la intranet es la base para construir una nueva cultura empresarial, la existencia de empleados sin acceso a un PC o a otro tipo de dispositivo puede suponer un grave problema, provocando en el seno de la empresa una escisión entre trabajadores conectados y los denominados homeless digitales.
Otro de los problemas es la necesidad de contar con un equipo encargado de la continua actualización de sus contenidos.
