La media del 6,2 por ciento que supone actualmente el e-learning respecto al total de la formación en el conjunto de las empresas españolas, se eleva hasta un 8,2 por ciento en el caso de las grandes compañías, en las que llega a representar el 11 por ciento teniendo en cuenta las modalidades tanto e-learning puro como blended learning. Así se desprende del panel realizado por quinto año consecutivo por la consultora en soluciones e-learning, Grupo Doxa, de acuerdo con el cual la expansión del e-learning se ha ralentizado situándose en un porcentaje de crecimiento anual del 20 por ciento con un mercado en 2004 en torno a los 40 millones de euros.
Aunque esta metodología formativa empieza a tomar cuerpo en los sectores de transportes, industria y construcción; finanzas, telecomunicaciones y servicios avanzados se mantienen en las primeras posiciones en cuanto a grado de adopción, como ratifica el trabajo del Grupo Doxa, de acuerdo con el cual y si bien su crecimiento por áreas ha sido equitativo, en la de productos y servicios ha experimentado una progresión más notable. Esta tendencia se hace especialmente patente en el caso de las empresas con una plantilla superior a los 5.000 trabajadores, en las que la inversión tanto en el área de productos y servicios, como en la de prevención de riesgos laborales se sitúa por encima de la media. Por su parte, las empresas con plantillas inferiores a los 1.000 trabajadores destinan fundamentalmente su inversión a las áreas de habilidades e idiomas. En este sentido, también se aprecia una diferenciación en función de los sectores: así, transportes destina el grueso de su inversión en e-learning al área de productos y servicios, finanzas tiene su foco en las habilidades, la prevención de riesgos laborales constituye el área prioritaria para el sector energía, mientras que las TIC y los idiomas son las áreas clave para el sector de servicios avanzados e industria, respectivamente.
Entre los aspectos que trata el estudio de Grupo Doxa, merece una mención especial la inversión en contenidos, una partida que si bien ha experimentado un incremento del 19 por ciento en 2005 con respecto a 2004, todavía sólo se tiene en cuenta por el 22 por ciento de las empresas, con la particularidad de concentrarse en compañías con más de 1.000 trabajadores mientras que se mantiene un nivel muy bajo en el caso de empresas con menos de 1.000 empleados. En este escenario caracterizado por unas bajas cifras globales, de nuevo el sector de servicios avanzados telecomunicaciones e informática- y los sectores financiero y energético aportan el grueso de la inversión.
En cuanto al entorno en el que se enmarca los proyectos de e-learning, el estudio pone de relieve el gran potencial asociado a los portales de formación, un ámbito en el que el sector financiero mantiene una actitud pionera, al igual que en el caso de los portales del empleado. De hecho, el 80 por ciento de las grandes compañías que operan en este sector dispone de un portal del empleado mientras que la media en el conjunto de las grandes empresas españolas se sitúa en el 54 por ciento.
Respecto a los portales de formación organizados por áreas formativas, hay que señalar que el 28 por ciento de las grandes empresas ya dispone de esta facilidad, en tanto que el concepto de universidad virtual por el momento sólo es realidad en el 15 por ciento de las grandes organizaciones.
