La pasada semana se celebró en Madrid la II Conferencia Anual e-Business organizada por The Economist, de la que extrajo la principal conclusión de que, superado el boom de las puntocom, el e-business continuará su evolución pero con los pies bien puestos en la tierra; en este sentido, quedó patente que la tecnología es esencial en una estrategia e-business, pero una buena gestión en la que prevalezcan los principios empresariales tradicionales se revela como la clave del éxito.
A pesar del fracaso de muchas de las iniciativas nacidas al calor de un excesivo optimismo, esta primera etapa de despegue ha servido para sentar ciertas bases que seguirán manteniendo su validez en el futuro. Hemos girado hacia una economía en la que el cliente se ha colocado en el centro y la estrategia se ha convertido en multicanal, señaló Bruno Von Rotz, vicepresidente para Europa y director de estrategia de Cambridge Technology Partners en la primera sesión del encuentro que versó sobre la situación del e-business en Europa y sirvió para definir las barreras y las oportunidades del Viejo Continente en este contexto.
Europa se sitúa un año por detrás de EEUU en cuanto a los beneficios obtenidos a través de la Red, afirmó Von Rotz, quien apuntó la diversidad geográfica, lingüística y cultural como principales obstáculos para la consolidación del e-business. A estas barreras, Isabel Aguilera, directora general de Dell Computer España sumó el hecho de que en Europa existe una menor tradición en la búsqueda de la excelencia por la excelencia en sí misma.
Ninguno de los ponentes dudó del destacado papel que juega la tecnología en este ámbito la tecnología resulta clave a la hora de llevar la innovación a los negocios, afirmó Von Rotz, pero todos ellos coincidieron en que una buena gestión es el ingrediente clave de cualquier proyecto.
En términos similares se manifestó Carlos Ocón, director de desarrollo de negocio de Cisco Systems España Ya no basta con estar conectados, la internetización supone un cambio cualitativo que transforma la cadena de valor de las empresa y produce una orientación de todos los procesos hacia la red con el objetivo de reducir costes.
Por su parte, Manuel Alcoba, socio de DMR Consulting, hizo un análisis de las enseñanzas que se podían extraer de la llamada crisis de las punto com. Alcoba destacó la realidad dual que caracteriza a Internet, ya que a pesar de contar con cifras favorables como 400 millones de usuarios a nivel mundial o que un 52 por ciento de las empresas españolas cuentan con conexión, no se puede olvidar que más de 70.000 empleados se han visto afectados por los recortes laborales de las empresas tecnológicas.
Alcoba incidió en la necesidad de asimilar las conclusiones derivadas de las experiencias sufridas en Internet al destacar factores como que Internet no asegura que se llegue al cliente, la dificultad de cerrar acuerdos en la Red, la influencia que está teniendo en las formas de trabajo de las empresas, la necesidad de distinguir de forma clara las fuentes de ingresos, el problema de creación de nuevas marcas on line (el 97 de los usuarios que compra on line acude a un máximo de tres sitios web), las reticencias que encuentran las empresas a transformar sus modelos de negocio y la importancia de una rápida adaptación a los cambios porque los modelos nunca suelen funcionar a la primera y hay que estar dispuestos a cambiarlos.