El outsourcing se ha convertido en un elemento clave para la mejora de las prácticas en una empresa, proporcionando la flexibilidad necesaria para dar una respuesta eficiente y rápida, mejorando la posición competitiva de las compañías.
El mercado de servicios de outsourcing de TI se encuentra en una etapa de crecimiento sostenido. Se estima que desde 2003, la inversión en los modelos de outsourcing ha aumentado en un 15 por ciento anual.
El outsourcing se encuentra en constante evolución. Actualmente, los modelos tradicionales de outsourcing, que se basan en un solo proveedor, están evolucionando hacia modelos basados en multiproveedores que proporcionan competencia y mejoran la calidad al generar un mercado interno que mantiene a los proveedores alerta y preparados para competir.
Desde el punto de vista de las funciones externalizadas, las empresas han pasado de la externalización de capas, procesos o infraestructuras a la externalización de funciones de negocio completas (BPO) o en cómo se está viendo en los últimos tiempos utilizar el modelo de outsourcing como catalizador de planes de transformación de negocio. Modelos de outsourcing en los que lo que se busca es el éxito de una transformación y en la que el `outsourcer´ es una pieza importante en el proceso de gestión del cambio de la compañía.
Esta evolución está permitiendo a los clientes de outsourcing estandarizar sus procesos y, por su parte, los proveedores han de mantener los niveles de productividad y calidad que le permitan seguir compitiendo en un mercado abierto, aunque las certificaciones de sus compañías en las distintas normas de calidad del mercado no aseguren esta capacidad de competir si ayudan a mejorar los procesos internos.
Una de las claves del éxito de la externalización es la implantación y asunción de un modelo de relación que involucre a la empresa en el proceso. Uno de los errores más frecuentes por los que la externalización puede no tener éxito es ceder completamente el control al `outsourcer´ de forma exclusiva. Comprender que es la competencia en un mercado abierto en el que el cliente sea capaz de comparar a varios proveedores con parámetros más allá del precio/hora, el que va a hacer que el servicio obtenido sea el óptimo. Es fácil caer en la simple comparación del precio unitario por hora de trabajo, y pensar que mediante un contrato bien gestionado es posible obtener el mejor de los servicios. Pero esto no suele ser así.
Entre los servicios que destacan por su crecimiento podemos encontrar:
Gestión del portfolio de aplicaciones.
Fábrica de software y desarrollo de aplicaciones a la medida.
Centros de servicios de mantenimiento remoto que soporta y administra las aplicaciones.
Portales y entornos de Internet.
Procesos de negocios integrales.
Certificación y optimización de sistemas.
La externalización de estos servicios permitirá obtener beneficios entre los que cabría destacar:
Cuantitativos:
– Ahorros en el costo total de propiedad y gestión de infraestructuras.
– Reducción de costos en la administración de alianzas y proveedores.
– Reducción de costes y tiempos de entrega de proyectos a través de componentes reutilizables.
Cualitativos:
– Personal altamente calificado en tecnologías presentes y emergentes.
– Acceso a alianzas de DMR con líderes tecnológicos a nivel mundial.
– Consultores capacitados en diferentes sectores de negocio en base a soluciones completas de negocio.
Entendemos el outsourcing como la asociación a largo plazo con los clientes para lograr sus objetivos de desarrollo y estrategia de negocio. Por todo ello creemos que la fiabilidad y la flexibilidad para adaptarse a las exigencias del negocio y las necesidades de los sistemas de información que los soportan, son las claves del éxito del outsourcing.
