El analista del grupo AMR, Nigel Montgomery, ha declarado que, salvo algunas excepciones, los empresarios han identificado la cadena de suministro como el segmento que probablemente proporcione valor de forma inmediata en una época en que las partidas presupuestarias se están reduciendo. Está claro que las compañías están invirtiendo en TI, pero sólo en aquellas que ven que reducen los costes e incrementan la eficiencia, ha asegurado Montgomery.
En un estudio a más de 100 directores de información europeos de empresas de distinto tamaño, AMR encontró que dos tercios planeó o implementó tecnologías de gestión de los procesos de la cadena de suministro (SCEM) y cerca del 70 por ciento incorporó sistemas de colaboración de la cadena de suministro.
La gestión de la cadena de suministro (SCM) implica coordinación e integración de flujo entre suministradores, fabricantes, mayoristas, detallistas y consumidores. Según esto, el elemento proceso de SCEM es el valor añadido que muestra el verdadero potencial de SCM.
AMR también ha indicado que la mayoría de los proyectos (80 por ciento) fueron de poca envergadura y se enfocaron a los departamentos internos; aún así, la confianza de las compañías para comenzar a extender el modelo colaborativo aumentó.
Sin embargo, a menudo no hay expertos para implementar el proyecto. Muchas empresas sienten que los fabricantes no entienden su mercado, por lo que tienen que utilizar técnicas propias para conducir el proyecto, lo que hace que la iniciativa se encarezca a la hora de su despliegue, aunque a su vez también ayude a que se acelere, asegura Montgomery.
