La crisis también ha llegado a la Administración Pública que, a pesar de ser consciente de la necesidad de asumir los retos que suponen lo que los expertos llaman el e-goverment, ha decidido aplicar una política de ajuste en los presupuestos dedicados a las TIC. Según los datos aportados por CB Consulting, la inversión media de un organismo público se recortará en un 34 por ciento pasando de los 345 millones de pesetas destinados en 2001 hasta los 224 que tienen presupuestados para el próximo año.
A pesar de que la Administración Pública es el segmento que, de largo, más recortará su inversión, aún mantiene la posición de privilegio conseguida gracias al espectacular crecimiento experimentado el pasado año y que llevó a saltar de un ratio medio de inversión informática por empleado del 0,2 hasta el 0,8. De esta forma, atendiendo a este último parámetro -el más fiable como baremo de inversión informática- se mantiene en una meritoria segunda posición, con un ratio medio del 0,7 (700.000 pesetas por empleado) y, al igual que el pasado año, sólo es superado por el sector financiero, que le aventaja en una décima.
Sin embargo, la Administración Pública sigue manteniendo una amplia ventaja en cuanto a presupuesto TIC por empresa con esos citados 224 millones de pesetas frente a la media de 84 millones del global de sectores, si bien hay que considerar el mayor tamaño de los organismos y empresas públicas frente a las pertenecientes a otros segmentos. Por este último motivo, es normal que buena parte de sus empresas dediquen elevadas partidas en comparación con otros sectores, como ese 12 por ciento que asegura dedicar entre 500 y 2.500 millones de pesetas.
A pesar del considerable descenso en la media de inversión, llama la atención que la Administración encabece los porcentajes de empresas que afirman que su presupuesto en TIC crecerá con respecto al año anterior, aspecto puesto en duda en gran medida por la realidad de los presupuestos medios. Además, curiosamente es el sector en el que menos organismos reconocen que sus inversiones informáticas serán menores al ejercicio de 2001.
Mientras que en el resto de sectores el objetivo mayoritario es aumentar la productividad, en el caso de la Administración la atención del cliente aparece como principal meta, aspecto lógico si se tiene en cuenta la labor de estos organismos. Es más, destaca el cambio de planteamiento experimentado por este sector cuando el pasado año se apuntaba a la productividad como objetivo -citado por el 92 por ciento- y la atención al cliente sólo concentraba el 3,8 por ciento, lo que sugiere un mayor entendimiento de las posibilidades del e-business.
Sin embargo, a pesar de mimar la atención al cliente, el sector público cierra el ranking de utilización del e-business con apenas el 24 por ciento que, aunque dobla la cifra del pasado año se mantiene alejada del 36 por ciento de media intersectorial. Además, la Administración Pública es el sector que más utiliza el e-business como herramienta de ayuda en la orientación a la compra frente al enfoque de venta que predomina en el mercado.
Mientras que el presupuesto en 2001 dedicado a servicios alcanzaba el 30 por ciento, de cara al próximo año su peso se reduce considerablemente hasta caer al 16 por ciento en favor del hardware (41 por ciento) y software (33 por ciento) -segmentos en los que el sector público encabeza la distribución de sus presupuestos-.
