El gigante del chip, Intel, planea liquidar los activos que posee en la división Trillium Digital Systems, una unidad centrada en la fabricación de software para los mercados de comunicaciones, incluyendo telefonía IP, inalámbrica y de banda ancha.
Con este anuncio parece que la compañía se arrepiente de la etapa eufórica que hace años tuvo y en la que optó por la adquisición de compañías de comunicaciones, volviendo ahora de nuevo a la estrategia inicial en la que se centra en su negocio tradicional de fabricante de chips para el mercado de PCs.
En este sentido, la corporación ha llegado a un acuerdo con Continuous Computing, a la cual venderá la mayoría de sus activos en Trillium, aunque el montante económico aún no se ha fijado.
Trilliun fue adquirida por Intel en una operación valorada en 300 millones de dólares en efectivo y acciones durante el año 2000, como parte de la estrategia de compras que tuvo comienzo en 1998 y que se saldó con más de 35 adquisiciones, lo que supuso un desembolso de 11.000 millones de dólares. No todas las compras que realizó surtieron el efecto esperado y algunas de ellas fracasaron.
La tendencia a retirarse de determinadas empresas ha venido propiciada desde que el mercado de PCs y telecomunicaciones comenzase a acentuar su caída en 2001. Tal hecho llevó a la compañía a adoptar una política de recorte de costes y a centrarse en la mejora de sus chips.