Intel ha elevado sus previsiones, sumándose así a su rival AMD, que en la jornada anterior había anunciado un incremento en sus ventas por encima de sus estimaciones durante los meses de julio y agosto.
Así, Intel ha anunciado que prevé que sus ingresos oscilen entre los 7.600 y los 7.800 millones de dólares entre julio y septiembre, cuando las anteriores cifras estaban entre 7.300 y 7.800, aunque había pronosticado que se situarían en la parte baja.
La compañía, que acapara más del 15 por ciento del negocio de chips, ya afirmó que su facturación para el tercer trimestre fiscal sería un 5 por ciento superior a lo previsto, lo que fue entendido por el mercado como el inicio de la recuperación en el sector, y que ha propiciado una subida del 7 por ciento en su cotización desde entonces.
Una interpretación que, sin embargo, Craig Barrett, consejero delegado de la empresa, matizó al puntualizar que la recuperación podría ser temporal y no una señal segura de que el sector haya salido de sus tres años de debilidad.
