Durante el periodo de tres meses finalizado el 30 de junio, Intel ha reportado un beneficio neto, excluyendo costes de adquisiciones, de 854 millones de dólares o de 12 centavos por acción (los analistas pronosticaron 10 centavos la acción). Esto representa un 76 por ciento menos que el beneficio obtenido en el mismo periodo del año anterior. Contando los costes por adquisiciones, las ganancias netas de Intel fueron de 196 millones de dólares, con una bajada del 94 por ciento en relación a los 3.100 millones de dólares de beneficios del último año.
Las ventas fueron de 6.300 millones de dólares en este segundo trimestre, un 22 por ciento menos que en el mismo periodo del año anterior.
Según la propia compañía, el negocio de desarrollo de microprocesadores ha sido mejor de lo esperado, mientras que las ventas de chips de comunicaciones y de memoria flash fue muy débil. Asimismo, la compañía prevé que sus márgenes brutos decaigan un 47 por ciento en el tercer trimestre, al atribuir este hecho al incremento de costes y a los procesos de fabricación de su procesador Pentium 4 efectuados en el segundo trimestre.
