Fundada en 1895 a iniciativa de un europeo que emigró a EE UU para construir cajas fuertes para bancos, Diebold ha evolucionado hasta convertirse en un suministrador de sistemas de autoservicio, con presencia en más de 80 países del mundo y con 11.000 empleados. La corporación, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, facturó 1.750 millones de dólares (alrededor de 332.500 millones de pesetas) en el ejercicio 2000.
Como director general de Diebold en España, Javier Pérez Puente, repasa los orígenes de la firma en nuestro país comentando Diebold comienza su actividad comercial en España el uno de enero de 1999. Desde 1991 y hasta 1997, sus productos eran comercializados a través de IBM, con quien Diebold había creado la sociedad Interbold para vender sus productos fuera de EE UU. Los acuerdos con IBM se rompen en mayo de 1997, fecha en la que Diebold empieza a implantar sus canales de distribución en Latinoamérica y Asia-Pacífico. Sin embargo, en Europa, se agota el plazo de 18 meses acordado para la ejecución de la ruptura, por lo que Diebold no comienza su actividad comercial hasta el uno de enero de 1999, ya que hasta ese día IBM mantenía la exclusividad del mercado.
En aquel momento el reto de Diebold era, desde la perspectiva del directivo,
alcanzar en el ámbito mundial la posición predominante de que disfrutaba en EE UU, por lo que el mismo año de su implantación en Europa inició negociaciones para adquirir el negocio de autoservicio de Getronics y Bull. Una adquisición que se consuma al inicio de 2000, lo que le permitió alcanzar una posición predominante en Francia, Italia, Bélgica, Suiza, Portugal o Austria. Con más de 20 centros de producción repartidos en 4 continentes, Diebold dispone de una amplia gama de productos en el ámbito del autoservicio consultoría, integración de sistemas, desarrollo de aplicaciones sobre plataformas abiertas, servicios tradicionales (instalación, mantenimiento, conservación o nuevos servicios como express, publicidad en cajeros).
Centrándose en España, Pérez Puente asegura que la actividad es similar a la desarrollada en el resto de países europeos, cubriendo la comercialización de cualquier producto Diebold que tenga acogida en nuestro mercado. Diebold, que cuenta en España con 7 delegaciones (Madrid, Barcelona, Bilbao, Tenerife, La Coruña y Sevilla), tiene una plantilla formada por 350 empleados.
En nuestro país, la compañía centra su actividad fundamentalmente en el sector financiero, un segmento que es el primer consumidor de este tipo de soluciones, de las que la compañía ha logrado implantar 4.500 unidades, en clientes como BBVA, BSCH, RSI, BBK, CAM, Caja Madrid, Banesto o Barclays. Asegura Pérez Puente que en el seno del mercado español de ATMs (cajeros automáticos) la compañía alcanza una penetración del 10 por ciento. En relación con la cifra de negocio de 2000, el directivo asegura que en tal año se ingresó 1.000 millones de pesetas, una cantidad que, según las previsiones, se doblará para situarse en 2.000 millones de la misma moneda, al cierre de 2001. Este profesional indica que de la facturación conseguida en 2000, el 60 por ciento correspondió a productos; el 30 por ciento a servicios y el 10 por ciento restante a software.
Una vez cumplidos los objetivos iniciales consolidación del parque instalado y continuidad en los clientes habituales, el directivo se plantea alcanzar en España, en un plazo no superior a tres años, la posición de liderato que ocupa en otros países de nuestro entorno, en donde detenta una cuota de mercado superior al 30 por ciento. Para conseguirlo se plantea reforzar su oferta en productos, lanzando una nueva línea de cajeros automáticos dotados de la última tecnología, y servicios, a través del establecimiento en España de las bases para dispensar algunos de los ya ofertados en EE UU por la casa madre, tales como el express, que resuelve cualquier incidencia en un máximo de dos horas por sustitución y servicio de publicidad en los cajeros.
