Ideas convertidas en logros empresariales

La compañía De La Rue celebra el éxito de su proyecto My Contribution.

Publicado el 20 Ene 2006

El avance de una organización depende de todos y cada uno de sus miembros, y la generación y compartición de ideas es la base para el desarrollo de acciones de mejora. En estas dos premisas se apoya el proyecto My Contribution, con el que la compañía proveedora de soluciones para la gestión de efectivo y la securización de documentos de valor y marcas, De la Rue, ha logrado traducir las propuestas de sus empleados en importantes logros empresariales. El proyecto, que engloba a las tres divisiones de la compañía y a los 31 países en los que opera, surgió en marzo de 2004 coincidiendo con la entrada en la multinacional de origen británico del nuevo CEO, Leo Quinn, que entre sus objetivos contemplaba el refuerzo del valor de la compañía de cara a los accionista, así como el incremento de la satisfacción de clientes y empleados. “Se pretendía impulsar un cambio cultural que implicase el aumento de la participación de los empleados, un aspecto fundamental para incrementar la productividad y mejorar la satisfacción de los clientes”, comenta el director de marketing de De La Rue, Guillermo Sánchez, que es responsable de la coordinación del proyecto en España y actúa de nexo o networker entre la corporación y la delegación. La instrumentación del proyecto, en marcha desde octubre de 2004, consistió en la creación de un sitio web accesible con usuario y contraseña, y el desarrollo e implantación de la herramienta Project Tracker que permite la introducción de ideas y genera una alerta que se traslada al equipo de evaluación de proyectos para su aprobación, además de facilitar el seguimiento del proyecto en caso de recibir luz verde. Estas ideas pueden ser lo que se conoce como quick wins utilizar, por ejemplo, las dos caras de un folio cuando se hace una fotocopia- o los denominados projects, que implican la creación de un equipo y la selección de un responsable por parte del comité de MyContribution de cada delegación. Inicialmente la iniciativa despertó cierta resistencia que, con el tiempo, se transformó en impulso. “La gente no estaba acostumbrada a que se le pidieran ideas y consideraba el proyecto como algo típicamente americano, pero conseguimos despertar el gusanillo de la participación y se ha logrado una involucración progresiva”, comenta Sánchez, quien entiende que “la superación de esas barreras es un paso clave ya que si los casi 7.000 empleados de la organización nos movemos en una dirección, el valor que se genera es mucho mayor que si dejamos los mandos únicamente a los responsables medios y la dirección”. En sólo un año de octubre de 2004 a octubre de 2005- se generaron a nivel mundial un total de 1.800 ideas, de las que un 80 por ciento eran quick wins y el 20 por ciento restante proyectos que,“se han llevado en su mayor parte a cabo y han generado ahorros o beneficios”, celebra Sánchez, quien destaca que “con 87 proyectos, la delegación española, que tiene una plantilla de 170 personas, ha sido uno de los tres países más participativos junto con EEUU e Inglaterra”.
Como culminación de la iniciativa, a mediados del pasado octubre, De La Rue celebró en Barcelona el evento Spotlight, en el que se hizo entrega de los premios a los mejores proyectos desarrollados en el seno de My Contribution. De todos los proyectos se eligieron 35 que pasaron al Comité de Dirección de la empresa que, formado por ocho personas con Quinn a la cabeza, eligió 12 finalistas, entre los que resultaron ganadores Reino Unido, EEUU y Kenia, en tanto que España mereció el galardón de la elección popular. Sánchez subraya que “la idea no era premiar a los proyectos que han generado más ahorro sino a los que han contribuido en mayor medida a mejorar este espíritu de participación y cambio de cultura, además de utilizar metodologías y modos de trabajo acordes con las directrices”. Y es que, en esa transformación ha jugado un papel fundamental la simultánea puesta en marcha de un programa de formación en resolución de problemas que, en el caso de la delegación español, se ha encargado de impartir la compañía AchiveGlobal. En cuanto al proyecto español galardonado, se trata de una iniciativa promovida por dos miembros de la hot line. “Carlos y Javier habían descubierto que determinada pieza mecánica era la causante del 90 por ciento de los fallos de los dispositivos dispensadores de efectivo, que exigían numerosos desplazamiento técnicos -290 al año- con un importante coste asociado”, explica Sánchez. Utilizando la metodología de resolución de problemas y las distintas técnicas trabajadas en el programa de formación (fishbone, brainstorming, listing asumptions…), dieron con la solución y, ahora, estos dispositivos cuentan con un nuevo diseño que disminuirá las incidencias y, en consecuencia, reducirá las intervenciones técnicas.

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Redacción

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